lunes, 16 de julio de 2018

EL BUND: Alta cocina china


ELBUND, a 14 de Julio de 2018, en la calle Arturo Baldasano nº 22, zona de Arturo Soria. Se trata de cocina china: cantonesa, shangainesa, sichuanesa, pequinesa o de Hangzhou, y escogida, como todos los veranos, por la terracita al aire libre.

El comedor al anochecer 

Nos encontramos con un chalet en una bocacalle de la calle Arturo Soria, al que le han reconvertido en restaurante con amplia terraza en dos niveles. Todo el inmueble está decorado con elementos orientales: elefantes, budas, fotos, vajillas, cerámica, … todo muy acorde. A nosotros nos sitúan en el nivel más bajo de la terraza y al fondo, junto al muro de separación con el chalet colindante, bajo un frondoso árbol y una sombrilla blanca, para que no nos caigan hojas del árbol, entendemos. Hace una noche estupenda, porque no hace mucho calor y la situación acompaña a que disfrutemos del momento.
Detalle de los dinsum de verduras y cordero


Una de las cosas que nos llama la atención cuando nos entregan la carta, es que la comida de Sichuan lleva salsa picante, y como no nos gusta mucho lo picante, decidimos preguntar por el resto de los platos antes de pedir.

Como los hay enamorados de los dimsun (especie de empanadillas hechas con una oblea de masa blanca, posiblemente de arroz y al vapor), y aunque los hemos probado en muchos sitios, nos decidimos a seguir probando estas especialidades de la cocina oriental. Según nos cuenta el chef, la masa la hace el cocinero en el momento en que se hace el pedido y es por eso que están tan jugosas. 


Detalle del shengjian y el shaomei
Nos decidimos por el dinsum de verduras, todo relleno de verduras cortadas en pedacitos muy pequeños en el que se intuye espinacas, y, tal vez, cebolleta, pimiento verde y apio, con un sabor intenso que no termino de identificar (¿tal vez jengibre?). Por el jiaozi de cordero, de tamaño más pequeño que el dinsum, menos redondo, y más hueco, pero con un relleno de cordero exquisito y servidos ambos en recipiente de madero y/o bambú.

También pedimos de entrante un shengjian shangaines relleno de carne y un toque de jengibre, con una base crujiente y sésamo, y un shaomei cantonés, a base de verduras y con una gamba en la corona, que técnicamente no es un dinsum al no estar envuelto en la oblea blanca.

Y para empezar, nos parece alta cocina china. Ni asomo de rollitos de primavera, ni arroz tres delicias, ni pollo al limón.

La pasta cortada al momento
Seguimos con los segundos platos, que también compartiremos. Empezamos con la pasta cortada en el momento y salteada, y nos encontramos con unos tallarines pero de un centímetro de ancho, cortados en varios tamaños y servidos con una salsa ligera y un toque efímero de carne, cebolla, gambas y espinacas. Nunca habíamos comido una pasta tan ancha y tan sabrosa, y se puede comer por sí sola, o acompañada de carnes, porque va bien con todo.

El arroz frito de la casa
Otro plato que nos sirvieron fue pato crujiente, (ni pato laqueado ni pato cantonés) que estaba rebozado, si es que se puede denominar así, de una masa crujiente, y servido con una salsa a parte, que yo no probé, por lo que no sé si picaba, y que preferí comerlo junto con la pasta.

Seguimos con un arroz frito de la casa, arroz blanco con trocitos de pimiento rojo y huevo, casi envuelto en una delgada oblea que parecía la masa del crepé, aunque un poco sosa. Y aunque tenía pocos aderezos, resultó un arroz muy sabroso

El cerdo a la pequinesa
Probamos también el cerdo a la pequinesa, que resultaron ser unos rollitos, pero no hechos con la masa de hojaldre, rellenos de carne de cerdo cortada en trozos muy finos, con zanahoria en tiras y otras verduras, y tal vez un toque picante, pero tan leve, que no todos lo percibimos.


Las berejenas de la abuela hirviendo
Y terminamos con las berenjenas al estilo de la abuela, cuatro medias berenjenas, supongo que asadas y servidas en una fuente de calor hirviendo, con una salsa espesa, muy oscura, que me vuelve a recordar a la salsa de ostras de los chinos de toda la vida. En su punto y qué maravilla de plato cocinado con una verdura tan humilde, porque no todo el sabor estaba en la salsa.

Quedaba hueco para los postres, y nos recomendaron los helados de la casa. Pedimos helado de te verde y de chocolate, sorbete de mandarina y tarta de tres chocolates; tal vez demasiado fría, para mi gusto, pero deliciosa.


La deliciosa tarta de tres chocolates
Y todavía alguien se atrevió a pedir un te, para concluir la jornada, y en vez de azúcar, se endulzó el brebaje con lichis (típico fruto chino con sabor parecido a la uva). Original.

¿Shangai, Pekín, Cantón? Me quedo con todo. Espectacular y no tan caro como creíamos. Mesas con manteles blancos y sus palillos (cuchillo y tenedor para los poco atrevidos), platos blancos con diseño original, sillones de mimbre, suelo de madera, camareros muy atentos a los platos vacíos (e interesándose por las marcas de los móviles que usamos), botella de agua premium... Y silencio y mucha tranquilidad; intuíamos, tal vez, que los vecinos estaban cerca, las ventanas abiertas y había que bajar la voz.



La señalización de los baños, muy acorde con el lugar. Creo que sobran las palabras porque la imagen lo dice todo: señor y señora orientales con los vestidos tradicionales de alguna cultura de China, intuyo que muy antigua, todo lujo, mucho color.

Si queréis quedar bien, y que amigos y familia se animen a probar la comida china, si no la conocen, es el sitio ideal

4 comentarios:

  1. La terraza me ha encantado asi como la descripción q haces de los platos ...y he aprendido q la cocina cjina también es innovadora ...aunque a mi me encsntan los rollitos de primavera😉

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  2. A mí también me gustan los rollitos de primavera y el pollo al limón. Pero un país tan grande como China debe tener una oferta culinaria enorme por descubrir. No nos quedemos en lo de siempre y probemos cosas nuevas.

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  3. Ademas los rollitos los montaban en el momento.El ambiente está descrito perfectamente Dan ganas de ir corriendo a probar los platos.

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    1. Sí, es un sitio muy recomendable con platos muy apetecibles.

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