ICHIBAN, a 8 de octubre de 2022 en la avenida Alberto Alcocer n.º 22, bis de Madrid, barrio de Chamartín, calle dedicada a ese alcalde que tuvo Madrid entre el 5 de octubre de 1923 y el 3 de julio de 1924, con la dictadura de Miguel Primo de Rivera, y también desde el 28 de marzo de 1939 y el 15 de marzo de 1946, justo acabada la guerra civil y con Franco en el poder, cuyo nombre completo fue Alberto Alcocer y Ribacoba.
Nos encontramos con un local amplio y luminoso, con el color verde como punto fuerte en la decoración de paredes y techos y sillas, que ofrece alta comida asiática. Jóvenes camareros nos sitúan en mesas en las que se pueden sentar unas veinte personas formando una especie de corro cuadrado y en cuyo centro están situadas dos planchas para cocinar en las que un joven chef irá elaborando al momento esos platos teppanyaki, o a la plancha, a la vista del comensal.
Logotipo de Ichiban |
Interior de Ichiban |
El mandil de Ichiban |
Cerveza japonesa |
Palomitas de langostinos |
Seguimos con un nigiri de kobe, ese bocado de arroz con una lámina de carne de kobe por encima, esa carne que proviene de una raza bovina originaria de Japón, de gran jugosidad por su infiltración de grasa entre sus fibras musculares. Con un ligero toque picantes, ha resultado delicioso.
Nigiri de kobe |
A continuación nos sirven un plato variado de nigiris flambeados, que cuenta con ocho piezas: dos de carne de toro, dos de foie, dos de huevo de codorniz casi frito y dos de anguila. Cada pieza empapada en salsa de soja, han resultado muy sabrosas; aunque hemos intentado saber a qué sabor correspondía cada pieza, dos nos han sabido a pescado, aunque de pescado sólo había uno, o dicho de otra forma, el que creíamos que era de foie, nos sabía a pescado. No podemos olvidar ese reclamo de wasabi y jengibre que los acompaña, para los más atrevidos. Curioso y buenísimo.
Nigiris flambeados |
Nos atrevemos con otro plato curioso, que han llamado Saam de pescado frito, plato que parece tiene su origen en Corea. Sobre una hoja redondeada de lechuga, nos encontramos con láminas de lubina en tempura, de lo que ahora sí llamaríamos tempura tradicional, con su toque de cebollino y salsa mayonesa que le da esa jugosidad. Se envuelve el pescado en la hoja de lechuga, se empapa de salsa de soja y a comer. Espectacular.
Saam de pescado frito |
Terminamos los entrantes con un Tiradito de pez limón, con aguacate y lo que parecen lágrimas amarillas, que no hemos terminado de saber qué es. El pez limón (también llamado seriola o lecha) aparece cortado en láminas muy finas y está adornado con un pedacito de aguacate y macerado en lo que puede ser zumo de lima. Tal vez el plato menos interesante.
Tiradiro de pez limón |
Llega el momento de ver al chef ponerse a utilizar la plancha con todos sus utensilios y aderezos, en donde va a preparar un teppanyaki (que es el tipo de cocina japonesa elaborada en una plancha de acero) de sepia para alguno de los otros comensales que se sientan en esta mesa comunal y para nosotros, un teppanyaki de solomillo y setas eryngii y espinacas. Ese joven chef, manejando con mucho estilo dos paletas, prepara el solomillo junto con las setas (setas de cardo en este caso) y las hojas de espinacas frescas; sobre la plancha corta la carne con un buen cuchillo, como si fuese mantequilla. Una combinación muy interesante.
El chef preparando el teppanyaki |
Teppanyaki de solomillo, setas y espinacas |
Cuando el chef termina de elaborar el teppanyaki de solomillo, casca dos huevos, los ha puesto sobre la plancha caliente, ha mezclado la yema con la clara, pero sin batir y ha realizado una especie de rollito o crepé, lo ha cortado en trozos pequeños, y desde su sitio, frente a la plancha, ha lanzado al aire el bocado y dirigido a la boca del comensal con la pretensión de que lo atrapásemos al vuelo. De las ocho personas que nos sentamos en la mesa, sólo seis lo hemos intentado y sólo una lo ha conseguido. Tal vez la principal misión del mandil fuese la de no mancharnos con el juego del huevo, con la muy alta probabilidad de que cayese sobre la camisa y no en la boca. Divertido.
Para acompañar al teppanyaki de solomillo hemos querido acompañarlo con un arroz frito, también hecho al momento sobre la plancha por ese chef tan diligente. Arroz frito con zanahoria, maíz, guisantes, cebolla y huevo.
Arroz frito elaborado al momento
No podemos de dejar de probar
los postres que ofrecen en Ichiban, y tras consultar a la camarera,
nos decidimos por una milhojas de té matcha, o té verde, con su
suave crema entre tres cortes de milhojas y acompañado de una bola
de helado del mismo té. Crujiente y delicioso.
Milhojas de té matcha
El otro postre especial que
probamos es un dorayaki de chocolate o pancake japonés relleno
de crema de chocolate, junto una bola de helado, también de chocolate. Un dulce muy suave y cremoso.
Dorayaki de chocolate
Y para concluir, esa señalización de los aseos, que en este caso han resultado muy discretos, normalitos y nada originales para un sitio con una gastronomía tan especial.
Como conclusión, otro sitio para repetir experiencia culinaria.
Jolín, alucinada con esa comida, he conocido muy pocas cosas, que comida más rara jajajjaj, como buena amante del te me decanto por ese postre, me alegro de que os haya gustado y podáis repetir
ResponderEliminarMuy bueno ese dulce de té matcha
EliminarUff hoy no sé por donde empezar ...quizá por el principio, me sigue gustando que aprendamos cosas nuevas como el nombre de la calle q resultó ser de un alcalde de Madrid, no tenía ni idea. En cuanto al restaurante muy original el emplazamiento, aunque pierde toda intimidad al estar junto a gente desconocida. La idea de la plancha al momento un puntazo. Curioso el tema del delantal y el huevo. En cuanto a la comida los langostinos tienen una pinta estupenda, asi como elijo la lubina ..uhmm.
ResponderEliminarSitio curioso con gastronomía rica, rica y detalles curiosos.
EliminarAlucinante!!! Muy variado y apetecible!! Dónde te cayó a tí el huevo??
ResponderEliminarLa única que acertó con el huevo y entró directamente en mi boca
EliminarTodo muy buena pinta creo que lo que más me gusta es la temperatura aunque la carne también y que decir del postre debía de estar buenísimo. Hasta la próxima, seguir disfrutando
ResponderEliminarUn sitio muy interesante, del que no me importaría repetir visita.
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