jueves, 10 de enero de 2019

ROYAL CANTONÉS: Lo mejor de China en Usera


ROYAL CANTONÉS, a 9 de enero de 2019, en la calle Julio Merino nº 1, esquina a la calle Olvido, en pleno barrio de Usera, también llamado China town, por la cantidad de ciudadanos chinos que viven en él y la cantidad de restaurantes que hay. Comentar que Cantón es una región del sur de China.


Fachada del cantonés
Las circunstancias me han llevado a que este mes coma fuera de casa varias veces, en diversos restaurantes, por lo que este es el segundo del año, y puede que no sea el último.

Es miércoles, y el restaurante está bastante completo, no lleno, lo que me indica que es un restaurante con buenos platos, buena calidad y apreciado. La decoración es sencilla, unos cuadros de corte asiático y muchas fotos de algún trabajador del restaurante, supongo que los dueños, con personas conocidas: Manuela Carmena o la infanta Elena, entre otros. Y varios acuarios.
Cacahuetes que no falten

Servicio correcto, con poco tiempo de espera. Y sobre la mesa, un cuenco con cacahuetes, para abrir boca.

Miramos la carta y nos preguntamos si la comida cantones pica. Y no, la cocina cantonesa se caracteriza porque no utilizan picante entre sus ingredientes. Prefieren el jenjibre o la salsa de soja. Somos valientes y escogemos de la carta lo que nos llama la atención, que resulta ser tallarines, carne y dim sum.


Tallarines estilo cantonés
Lo primero que nos sirven son los tallarines estilo cantonés al wok, con ternera y verduras. Tallarines fritos con pedazos tiernos de ternera, cebolla y zanahoria en juliana, con brotes de soja y una verdura que no termino de identificar, tal vez hoja de cebolleta. Se aprecian semillas de sésamo. Es un plato muy sabroso que no necesita ser acompañado de otra carne.
Bandeja de carnes varias


Y junto con los tallarines nos sirven una bandeja redonda que se puede mover dando vueltas para que todos los comensales lleguen perfectamente, con pedazos de carne de pato, pollo, panceta, lomo y costillas, cada una con su propia salsa, y del tamaño de un bocado. Se sirve en la misma fuente con trocitos de pepino y rábano, y salsa agridulce en el centro; color verde, blanco y naranja para alegrar la vista. Nos sorprende el sabor tan fresco del rábano. No parece la típica comida china.
Los sabrosos dim sum

Lo último que nos presentan son los dim sum (empanadillas al vapor con una base de arroz glutinoso) de pato asado con boletus. No son empanadillas cerradas, como se pueda creer, sino que parece un cestillo abierto por arriba, del que sobresale la mezcla de pato asado con los boletus. Una delicia.


Los bizcochitos de Malasia
Llegamos a los postres, y pedimos bizcochitos de Malasia hechos al vapor, que resultan ser unos bizcochos redondos,  muy tiernos y esponjosos, de sabor delicado con clara presencia de huevo, nada empalagoso, que se han debido de terminar de cocer en el momento, puesto que han tardado unos minutos en servirlos y están calientes. Y un pedazo de vienneta, que no es más que un helado que nosotros llamamos comtesa, helado de nata entre láminas de chocolate.


Llegamos a los baños, no se puede decir que la señalización sea original. El típico emblema de silueta supuestamente de señor y señora, que sólo los diferencia la insinuante falda o capa. Muy mejorable.


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