ROYAL CANTONÉS,
a 9 de enero de 2019, en la calle Julio Merino nº 1, esquina a la calle Olvido, en pleno barrio de Usera, también llamado
China town, por la cantidad de ciudadanos chinos que viven en él y la cantidad de restaurantes que hay. Comentar que Cantón es una región del sur de China.
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Fachada del cantonés |
Las
circunstancias me han llevado a que este mes coma fuera de casa varias veces, en diversos
restaurantes, por lo que este es el segundo del año, y puede que no
sea el último.
Es
miércoles, y el restaurante está bastante completo, no lleno, lo
que me indica que es un restaurante con buenos platos, buena calidad y apreciado. La
decoración es sencilla, unos cuadros de corte asiático y muchas
fotos de algún trabajador del restaurante, supongo que los dueños, con personas conocidas:
Manuela Carmena o la infanta Elena, entre otros. Y varios acuarios.
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Cacahuetes que no falten |
Servicio
correcto, con poco tiempo de espera. Y sobre la mesa, un cuenco con
cacahuetes, para abrir boca.
Miramos
la carta y nos preguntamos si la comida cantones pica. Y no, la cocina cantonesa se caracteriza porque no utilizan picante entre sus ingredientes. Prefieren el jenjibre o la salsa de soja. Somos
valientes y escogemos de la carta lo que nos llama la atención, que
resulta ser tallarines, carne y dim sum.
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Tallarines estilo cantonés |
Lo
primero que nos sirven son los tallarines estilo cantonés al wok,
con ternera y verduras. Tallarines fritos con pedazos tiernos de
ternera, cebolla y zanahoria en juliana, con brotes de soja y una
verdura que no termino de identificar, tal vez hoja de cebolleta. Se
aprecian semillas de sésamo. Es un plato muy sabroso que no necesita
ser acompañado de otra carne.
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Bandeja de carnes varias |
Y
junto con los tallarines nos sirven una bandeja redonda que se puede
mover dando vueltas para que todos los comensales lleguen
perfectamente, con pedazos de carne de pato, pollo, panceta, lomo y
costillas, cada una con su propia salsa, y del tamaño de un bocado.
Se sirve en la misma fuente con trocitos de pepino y rábano, y salsa
agridulce en el centro; color verde, blanco y naranja para alegrar la vista. Nos sorprende el sabor tan fresco del rábano. No parece la típica comida china.
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Los sabrosos dim sum |
Lo
último que nos presentan son los dim sum (empanadillas al vapor con una base de arroz glutinoso) de
pato asado con boletus. No son empanadillas cerradas, como se pueda
creer, sino que parece un cestillo abierto por arriba, del que
sobresale la mezcla de pato asado con los boletus. Una delicia.
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Los bizcochitos de Malasia |
Llegamos
a los postres, y pedimos bizcochitos de Malasia hechos al vapor, que
resultan ser unos bizcochos redondos, muy tiernos y esponjosos, de sabor delicado con clara
presencia de huevo, nada empalagoso, que se han debido de terminar
de cocer en el momento, puesto que han tardado unos minutos en
servirlos y están calientes. Y un pedazo de vienneta, que no es más que un helado que
nosotros llamamos comtesa, helado de nata entre láminas de chocolate.
Llegamos a los
baños, no se puede decir que la señalización sea original. El típico emblema de
silueta supuestamente de señor y señora, que sólo los diferencia la insinuante falda o capa. Muy mejorable.
Uhmmm buena pinta tiene todo¡¡¡
ResponderEliminarSí, es estupendo.
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