lunes, 16 de junio de 2025

KUILI KOREAN BBQ USERA: Comida coreana entre tanta oferta china

 KUILI KOREAN BBQ USERA, a 14 de junio de 2025, en la calle Gabino Jimeno n.º 11 de Madrid.

Gabino Jimeno es una calle del distrito madrileño de Usera, en el barrio de Moscardó. Gabino Jimeno y Ganuzas fue un músico, compositor y pianista, nacido en Logroño en el año 1853 y fallecido en el año 1931. Parte de su etapa formativa la pasó en Madrid, pero terminó asentándose en la ciudad de Huesca.

Usera se ha convertido en un barrio multicultural, en donde podemos disfrutar de las comidas más variadas y variopintas del mundo; encontramos restaurantes chinos cantoneses, de hot pot, ecuatorianos, nicaragüenses, colombianos, aunque en el día de hoy vamos a probar la comida coreana del restaurante Kuili Korean BBQ Usera.


Nos encontramos con un restaurante bastante amplio para lo que suelen ofrecer los locales del barrio, limpio (aunque hay que decir que no queda muy bien dejar las cajas de las bebidas cerca de la entrada) y bien atendido con personal que habla el castellano con bastante fluidez y con un servicio en las mesas rápido y eficaz.

Interior de Kuili Korean BBQ Usera

Como curiosidad, decir que las servilletas están colgadas de un gancho por encima de nuestras cabezas y los platos, vasos y palillos que utilizamos son de acero inoxidable.

Cuando nos sentamos, nos explican cómo hay que pedir los platos, todo a través del móvil a través del código QR, y que nos van a servir una serie de salsas que costarán dos euros, aunque no las hayamos pedido, por lo que intuimos que toda la carta que ofrecen tiene que ir acompañada de estas salsas para potenciar el sabor. Al mismo tiempo nos ponen sobre la mesa una especie de parrilla eléctrica en donde tendremos que cocinar las viandas que hayamos podido y en los laterales de la misma nos ponen dos cremas de queso distintas, una de ellas con maíz, queso que, poco a poco, se irá fundiendo con el calor. Al tiempo, vamos notando el calor que emana de la parrilla aunque tengan puesto el aire acondicionado.


Junto con unas cervezas de la marca CASS, que entiendo será coreana, nos van poniendo esas salsas, unas picantes a base de ajo o kimchi, que es una especie de col asiática  fermentada, por ejemplo, y otras que no son picantes; además nos ofrecen unos cuencos con una crema de calabaza, servida caliente y en su punto de espesor y sal, una bola de puré de patata que más parecía un helado de vainilla, un bol con hojas de lechuga rizada, bambú y tofu. Todo ello para combinar y empapar las carnes y demás aderezos que hemos pedido de la carta.

Platitos con distintas salsas y aderezos

Y ya metidos en materia, lo primero que nos sirven es un arroz frito estilo coreano, con kimchi, una rodaja de lo que parece jamón o carne y un huevo frito, pensando que sería un buen acompañamiento a las carnes. Sabroso y algo picante.

Arroz estilo coreano

Seguimos con un plato de falda de ternera cortada en láminas muy finas que luego asaremos en la parrilla, comprobando que está cortada tan fina que con unos segundos de calor bastará. Esta carne nos ha apetecido acompañar de unas rodajas de boniato. Bocado de falda de ternera, con el boniato asado en su punto y mezclado con alguna de las salsas ha resultado sorprendentemente bueno.

Boniato y carne en crudo preparado para asar

Le hemos añadido a la mañana otro plato de carne para asar en esa especie de parrilla, plato al que en el restaurante han dado en llamar Tres hermanos, en el que nos ofrecen una pieza de panceta, otra de aguja de ternera y otra de secreto, que tras asarlo y mezclarlo con las distintas salsas, o acompañado del bambú o el tofu sobre la hoja de lechuga, ha resultado muy apetecible. El plato viene acompañado de una gran media seta y otra media cabeza de ajo.

Tres hermanos: panceta, secreto y aguja

Llegados a los postres y después de una comida original y diferente, nos damos cuenta de que sólo ofrecen mochis, y como no nos apetece, decidimos probar algún otro postre junto con un café en alguna de las muchas cafeterías chinas que pueblan el barrio.

La verdad es que de un restaurante coreano en Usera no esperaba que la comida fuese de mucha carne y para cocinar en el momento, aunque supongo que será una de las muchas variedades que puede ofrecer la gastronomía del país.

Con relación a la señalización de los aseos, es lógico y normal que el nombre esté escrito, supongo que en coreano, junto con la figura de un y una joven, en las distintas puertas.




miércoles, 21 de mayo de 2025

SOMOS: Calidad con vistas a la Gran Vía

SOMOS, a 17 de mayo de 2025, en la plaza de España n.º 18, Edificio Madrid, planta II, restaurante del hotel Barceló, entre los distritos de Centro y Moncloa-Aravaca, barrio de Argüelles.

Esta céntrica plaza de España fue conocida hasta el siglo XIX con el nombre de plaza de San Marcial, hasta su reorganización urbanística del siglo XX en la que empezó a ser conocida como Plaza de España

El chef Jorge Lacera que capitanea este restaurante, ofrece carnes y pescados de temporada, pero lo más interesante en el día de hoy es la ubicación del restaurante, con vistas a la plaza de España y a la Gran Vía. El interior ha sido decorado por el madrileño Jaime Hayón.


Y si hace unos meses disfrutamos con una muy interesante comida en un restaurante con vistas a la plaza de Oriente, en este mes de Mayo lo hemos hecho con un local que ofrece unas estupendas vistas a la plaza de España y a la Gran Vía, la calle de los grandes espectáculos y teatros de la ciudad.


La mesa en la que nos sitúan se abre con una gran cristalera a la Gran Vía, plaza de España y edificio España, hotel Ríu, en una mesa no muy grande, sin mantel pero con servilletas de tela, con copa y vaso para la bebida, pero con sillas muy cómodas.


El ambiente es muy agradable, porque aunque el local es bastante espacioso, hay poca gente comiendo, por lo que no había prácticamente ruido y se ha comido muy a gusto. El local está separado por varias cristaleras que hacen pequeñas zonas independientes compuestas por tres o cuatro mesas, creando así varios compartimentos individuales y acogedores.

Mientras miramos la carta, nos pedimos un vermut que nos sirve gentilmente la camarera en la mesa trayendo la botella, y no como en otros sitios, que traen el aperitivo ya directamente en el vaso. Nos sorprende el agradable sabor, ligeramente dulce, como a miel, del vermut por lo que le pedimos a la camarera que nos traiga la botella para mirar los ingredientes. El vermut que nos han servido es originario de Jerez de la Frontera, se llama Lustau y entre sus componentes encontramos ajenjo (planta medicinal digestiva), genciana (otra planta medicinal digestiva y de sabor amargo), cilantro y naranja. Ese toque de sabor dulce que hemos notado, se debe a que en su elaboración se ha incluido un vino con el PX algo dulce, vino de uva Pedro Ximénez.


Parece ser que el vermut rojo Lustau ha sido elegido como el mejor vermut en España en el año 2021 por la Asociación Española de Periodistas y Escritores del Vino.

Junto con el vermut nos han servido un aperitivo que consiste en una especie de gazpacho, con descargamento de miso, sobre el que han colocado una lámina de atún rojo. Increíblemente bueno.

Aperitivo de atún y miso

Al poco tiempo, la camarera nos ha ofrecido diversos panes ya cortado en rebanadas y nos hemos decidido por un pan de centeno y otro integral.

Pan de centeno e integral

Todos los entrantes que leemos en la carta tienen bastante buena pinta, nos surgen las dudas, pero nos toca decidir sobre un par de ellos y nos decantamos por probar unos raviolis de cocido, cuya pasta nos ha resultado cocida al dente y con un agradable relleno de carne de cocido y sobre los que la camarera ha vertido un caldo clarificado que le ha dado a los raviolis mucha jugosidad, aunque de sabor han resultado algo sosos.

Raviolis de cocido con su salsa

El otro entrante que nos ha parecido más interesante ha sido un arroz de caldero del Mar Menor, aderezado con unos toques de ali-oli de espirulina, que es una alga microscópica de color azulado e interesantes nutrientes y con varios pedazos de pargo, ese pez que se cría en aguas del Atlántico y también en piscifactorías. Como resultado, un plato de bonito color naranja con toques azulados y muy sabroso.

Arroz de caldero con ali-oli de espirulina

Siguiendo con el plato fuerte nos hemos decantado por el pescado, con un bacalao cocinado a Siguiendo con el plato fuerte nos hemos decantado por el pescado, con un bacalao cocinado  baja temperatura, pilpil de lemongrass (o te de limón) y miel, acompañado de unas espinacas a la catalana, con sus pasas y sus piñones aderezadas con un toque de miel, formando una combinación de sabores muy especial. Unir las lascas del bacalao con su pil pil, con el dulzor de la miel y las espinacas nos ha resultado un plato de lujo.

Bacalao y espinacas a la catalana

El otro plato fuerte ha sido un atún rojo Balfegó, considerado por algunos como el mejor atún rojo del mundo, atún rojo salvaje pescado en el Mediterráneo occidental y presentado sobre una crema de gazpachuelo malagueño con ralladura de raifort (rábano picante), plato igual o muy parecido al aperitivo que nos sirvieron junto con el vermut y que estaba delicioso.

Atún de Balfegó sobre gazpachuelo malagueño

Y los postres, en el día de hoy nos hemos decidido por una torrija de pan brioche con su crema de haba tonka, que es una semilla originaria de Centroamérica que conlleva un sabor especiado y dulce, acompañado de un helado de vainilla de Madagascar.

El otro postre ha sido una rosquilla con su cremoso de matalauva, acompañado de un helado de violeta. En una presentación espectacular, bajo una bola de algodón de azúcar encontramos una rosquilla, que ha resultado algo densa, sobre ella un helado de violeta y bajo la rosquilla una crema delicada y suave elaborada con esa hierba que tiene un cierto sabor a anís, la matalauva.


Rosquilla bajo nube de algodón de azúcar y torrija


Con relación a la señalización de los aseos, muy original y divertida, aunque hay que pararse un momento a pensar qué es lo que no están queriendo decir e interpretar el diseño de las figuras.



miércoles, 30 de abril de 2025

NATO ROBATA&TAPAS BAR: Usera se pone de moda

NATO ROBATA&TAPAS BAR a 25 de abril de 2025, en la calle Elisa n.º 1 de Madrid, en el distrito de Usera, barrio Moscardó.

Nos encontramos con un pequeño local que parece ser se ha puesto de moda en el barrio de Moscardó en las últimas semanas y aunque es pequeño y con mesas pequeñas, algunas de ellas para compartir y con sillas algo incómodas, incluso alguna banqueta no apta para una comida con sobremesa, ha resultado una experiencia muy interesante.

Observamos que en la cocina trabajan dos personas y otras dos atienden las mesas, todos hombres y ninguna mujer, muy amables, que nos van contando los ingredientes de los distintos platos según van llegando a nuestra mesa compartida con varias personas; el servicio ha resultado rápido y eficaz.

La carta de NATO ROBATA&TAPAS BAR

Mientras miramos la carta, que es bastante corta y nos decidimos qué probar, pedimos una cerveza sin alcohol y una coca-cola, primero para paliar un poco el calor del día y segundo para abrir boca, que nos sirven junto con un aperitivo cuya base es un pan de gamba bajo un pepinillo encurtido, pero una lámina de pepinillo de los gordos, de los que echamos a la ensalada, por ejemplo, y no de los pequeñitos que vienen en frascos. Se ve y se nota que estos pepinillos encurtidos son caseros.

Pepinillo encurtido sobre pan de gamba

En primer lugar optamos por probar una zamburiña, servida en la misma concha, aderezada con mantequilla; en la misma mesa el camarero se ha presentado con un flambeador y ha cocinado la zamburiña con la mantequilla, a la que después se le ha añadido una anchoa, unos piñones tostados y una pizca de la ralladura de un limón. Bocado caliente, con agradable sabor a limón y delicioso.

Zamburiñas con mantequilla y limón

Seguimos probando esas delicias que en NATO tienen una clara influencia asiática, con lo que ellos han decidido llamar PALOMA, que es un bocado de ensaladilla rusa sobre una base de corteza de cerdo a la que se le ha añadido un mejillón en escabeche, y por encima trozos muy pequeños de huevo duro; el añadir a la típica ensaladilla rusa un mejillón en escabeche nos ha resultado una combinación muy acertada y sugerente.

PALOMA de ensaladilla rusa y mejillón

Otro de los bocados que nos ha apetecido probar es el raviolo crujiente con creamy spicy, o lo que es lo mismo, una albóndiga muy jugosa de carne de cerdo envuelta en unas finas tiras de esa especie de hojaldre con la que se elaboran los rollitos de primavera tradicionales, acompañado de esa alga nori típica japonesa y aderezado con una delicada mayonesa a la que se le ha añadido un leve toque picante que le da el pimiento chile.

Raviolo crujiente

Parece que nos hemos quedado cortos con la comida o es que nos sigue apeteciendo seguir probando sabores nuevos, así que pedimos un CHUPADEDOS, que ha resultado ser un pincho moruno, uno con carne de cerdo y otro con carne de berenjena, aderezados con salsa de yogur y sobre un pan naan. que es un pan algo plano y elaborado con levadura muy típico de la India, que nos ha permitido hacer una especie de bocadillito con él. Muy sabroso y apetecible.

De postres podemos contar que solamente ofrecen dos, un flan de aove con apio de monte, elaborado con aceite de oliva virgen (AOVE) y huevo, que tenía una consistencia algo más densa que el flan que conoceos de toda la vida, pero muy rico, ya que estaba cocinado en su punto y una mousse de chocolate acompañado de trocitos de remolacha y vinagre de Jerez, aunque hay que decir que esa mousse bien parecía un helado de chocolate. Dos postres muy recomendables y apetecibles, de tal forma que hoy tampoco podríamos decidir cual de ellos nos ha gustado más.

Flan de aove y mousse de chocolate

En cuanto a la señalización de los aseos, decir que no había tal, ya que sobre una puerta blanca solo se veía un letrero que decía, "sin salida".

domingo, 9 de marzo de 2025

ÁFRICA FUSIÓN: Senegal en Lavapiés

ÁFRICA FUSIÓN, a 8 de marzo de 2025, día internacional de la Mujer, en la calle Argumosa n.º 15 de Madrid, en el multicultural barrio de Lavapiés, distrito Centro.

La calle Argumosa une la plaza de Lavapiés con la ronda de Atocha y está dedicada al cirujano español Diego de Argumosa de quien destacan sus trabajos en el colegio de Cirugía San Carlos, situado en la actualidad muy cera de la calle que lleva su nombre.

Diego Manuel de Argumosa y Obregón, que nació en Villapresente, Cantabria el 7 de julio de 1792 y fallece en Torrelavega el 23 de abril de 1865, fue un médico y cirujano que llegó a ocupar la cátedra de cirugía en la Facultad de Medicina de la Universidad de Madrid y se distinguió, entre otras cosas, por ser uno de los impulsores en la utilización de la anestesia con éter en la medicina.

Persona de fuerte carácter tuvo algún que otro problema político y académico. Llegó a ser segundo alcalde de la ciudad de Madrid por el Partido Progresista y diputado por esta provincia entre los años 1836 y 1837.

En el siglo XVI esta parte de la ciudad constituía lo que podemos llamar el barrio judío, situado allá por entonces en las afueras de la ciudad. En el año 1860 esta calle era todavía el último reducto de la ciudad por la zona sur.

En el siglo XX el antiguo Hospital Provincial se convirtió en el actual Museo de Arte Reina Sofía.

El restaurante África Fusión que visitamos hoy centra su especialidad culinaria en la gastronomía africana y en especial, en la senegalesa. 




Nos encontramos con un local muy modesto, con mesas pequeñas de madera y decorado con elementos del folklore senegalés y cuadros con platos del país.



Y lo primero que hacemos es pedir la bebida típica de la zona, el batido de baobab (fruto que nace del árbol africano del mismo nombre y que tiene gran cantidad de vitamina C), que aunque parezca increíble nos ha recordado al sabor del roscón de reyes con su fruta escarchada y todo, y el zumo de hibisco (que es una planta cuya infusión sirve para el tratamiento de problemas estomacales), cuyo sabor se parece bastante al sabor de las cerezas y cuyo bonito color granate llama mucho la atención.

Batido de baobab y zumo de hibisco

Después de mirar la carta, que contiene nombres de platos de la gastronomía senegalesa de difícil pronunciación para nosotros, nos decidimos por pedir dos entrante, una fataya, que es una empanadilla rellena de carne marinada,; el plato que nos presenta vienen con tres piezas acompañada de una salsa de tomate y adornadas con lo que parece un chorro de mostaza. Las empanadillas, que son un poco más grandes y con la oblea un poco más gruesa que las que estamos acostumbrados a ver y comer en España, están rellenas de una delicada carne en su interior y que en algún bocado nos trae un sabor muy peculiar que no hemos sabido identificar.

Fataya

El otro entrante que nos ha llamado la atención, tanto por su nombre como por lo que es, es el alocco, que es un plátano frito con algo de salsa de tomate para poder mojar la rodaja del plátano y aderezado con un toque de lo que parece vuelve a ser mostaza. Ha resultado algo soso en comparación con el plátano frito que antaño se comía en los restaurantes chinos como plato final.

Alocco

Como platos principales nos hemos atrevido con los típicos del Senegal, a saber el thiebou djenne, con arroz djolof con pescado y verduras, que ha resultado una especie de plato combinado que contiene zanahoria, yuca y berenjena, además de algo de pescado que ha resultado bastante seco y acompañado de una montañita de arroz cocido y aderezado con salsa de tomate y cebolla y condimentado con especias, como pueden ser el jengibre o la nuez moscada, en definitiva un arroz demasiado sabroso.

Thuiebou djenne

El otro plato fuerte que probamos es el mbeggte senegalés, plato a base de fideos finos o vermidelle acompañado de un cuarto de pollo asado y cebolla caramelizada. Un plato con muy buena pinta y con unos fideos secos deliciosos.

Mbeggte senegalés

Como postre hemos decidido compartir un souflé helado, muy frío, con un agradable y fuerte sabor a coco y una capa de crema o mermelada de mango por encima. Un postre correcto aunque tenía poco de souflé, era más bien un helado de coco.

Souflé helado de coco y mango

En cuanto a la señalización de los aseos, ha resultado discreto como el resto del local, y que además, ni son iguales ni guardan mucha relación entre los dos, porque tal vez alguno de ellos se cayó en algún momento y se sustituyó por el primero que encontraron en otro sitio. Tal vez es mucho suponer.




lunes, 24 de febrero de 2025

EL RINCÓN DE ALINA: Las brasas en Usera

 EL RINCÓN DE ALINA, a 21 de febrero de 2025, en la avenida de Córdoba n.º 29 de Madrid.

La avenida de Córdoba nace en la glorieta de Cádiz y termina en la de Málaga, junto al hospital doce de Octubre, en donde enlaza con la avenida de Andalucía y el final de la calle Antonio López. Está en el barrio de Almendrales, en el distrito de Usera.

El barrio de Usera es famoso por la cantidad de restaurantes chinos que hay y que ofrecen platos de muy buena calidad. Además de restaurantes de comida hispana, con esa mezcla de culturas que ofrece el barrio, también podemos encontrar un lugar en el que la cocina a la brasa sea su principal objetivo. La calidad del producto que ofrecen y el buen ambiente que generan las atentas camareras, hace que deseemos volver otra vez al Rincón de Alina.

Entre las brasas encendidas en las que cocinar carnes, pescados y verduras,  destaca en el Rincón de Alina el Menú especial carnívoro: se trata de un chuletón de ternera a la brasa de unos 350 gramos acompañado de patatas y pimientos del Padrón.


En El Rincón de Alina podemos encontrar platos típicos de otro rincones de la península, como torreznos de Soria, anchoas o sardina ahumada de Santoña o cazón en adobo; la tortilla de patata rellena de morcilla, chorizo o cebolla caramelizada con queso de cabra llama mucho la atención.

El Rincón de Alina es una modesta tasca de barrio, con pocas mesas en el interior, aunque parece que en la planta baja disponen de más aforo, con mesas en la calle en donde tomar el aperitivo. Y lo describo como tasca porque las mesas carecen de mantel y es la camarera la que nos pone dos platos, uno encima del otro y dentro los cubiertos con su respectiva servilleta para que sean los comensales los que se coloquen los utensilios.

Después de pedir cerveza y vermut, aperitivo que viene acompañado de unas patatas fritas y longaniza blanca, miramos la variada carta y lo primero que nos entra por el ojo es una minitortilla rellena de oreja y salsa brava. Se trata, efectivamente de una tortilla pequeña y rellena de oreja sin adobar y la salsa brava, si la tiene, no le ha dado ese sabor tan característico algo picante; ha resultado algo sosa de sabor.


Tortilla de oreja y salsa brava

Seguimos, como no puede ser de otro modo, con una ración de croquetas de huevo frito con chorizo, éstas sí con sabor intenso a chorizo y huevo, y con una masa, que aunque no ha resultado tan melosa como en otros establecimientos, ha respondido gratamente a nuestras expectativas. Esa forma de las croquetas no muy uniforma nos indica que son caseras-caseras.

Croquetas de chorizo y huevo frito

Y si lo que resulta más llamativo en El Rincón de Alina son los preparados en las brasas, nos hemos decantado como plato principal por una parrillada de carne, con su chorizo, su secreto, su churrasco y la entraña. Una carne y una brasa muy bien cocinado, en su justo punto de sal y que, además, viene acompañada de unas patatas recién fritas.

Parrillada de carne

De postre, siempre preguntamos por los que han sido elaborados en la propia cocina, los postres caseros; cuando nos dicen que hay tarta de queso con arándanos y tiramisú, pasamos por alto ese flan o ese arroz con leche del que nos habla la camarera y nos decantamos por nuestros clásicos.

La tarta de queso, aunque buena de sabor, estaba algo densa, poco suave y el tiramisú, suave y con claro sabor al queso y poco sabor al café. En la base de ambos platos de postre unas cucharadas de leche condensada con birutas de chocolate que le han dado al plato un toque más jugoso y dulce, además de los rosetones de nata. Mejor el tiramisú que la tarta de queso.



Con relación a los aseos, decir que sólo había una cabina para señores, señoras y discapacitados y la señalización ha resultado diferente y divertida.





lunes, 20 de enero de 2025

LA LONJA DEL MAR: Caviar frente al Palacio Real

LA LONJA DEL MAR, en la plaza de Oriente n.º 6 de Madrid, restaurante situado en el piso primero del local, tiene una estupenda vista del palacio Real y de parte de la plaza de Oriente, así como del palacio de la Ópera.

La plaza de Oriente debe su actual distribución y ornamentación al diseño de Narciso Pascual Colomer, quien en el año 1844 y después de que el rey José I mandase derruir todas las casas medievales que poblaban la zona entre el Palacio y el Teatro Real, elaboró un jardín acompañado de numerosas estatuas de reyes. En el centro de la plaza se encuentra la estatua ecuestre de Felipe IV.

Se cree que el nombre de plaza de oriente se debe a su situación, justo al oriente del palacio Real. Otra teoría nos dice que el impulsor de la nueva plaza, José I Bonaparte era simpatizante de la orden masona del Gran Oriente de Francia, y así el nombre de la plaza lo fue para rendir honor a dicha logia masónica.

Tenemos año nuevo y este 2025 lo vamos a comenzar buscando y encontrando un restaurante en el que nos sirvan buenos platos de cuchara, de pescado y de marisco y que tampoco sea el típico restaurante gallego. Solo buscamos pescado y marisco del bueno en Madrid y en la Lonja del Mar vamos a encontrar productos de primera calidad y guisados con el toque especial del chef.

Aunque el restaurante está situado en el primer piso del local, también atienden en la barra y en lo que ellos llaman la taberna, decorada con vivos colores, además de en la terraza que da a la misma plaza de Oriente.



En la Lonja del Mar podemos encontrar toda clase de mariscos, como cigalas, ostras o bogavante, pescados como lubina, bacalao o rodaballo. Y platos de cuchara que tan bien entran en este enero, como las verdinas con centollo o pochas verdiblancas con alcachofas y rape, platos que suenan muy bien.

Después de un pequeño paseo por el Madrid de los Austrias, y ya dentro del restaurante tenemos que subir a la primera planta a pie, aunque vemos que disponen de ascensor. Atravesamos un pasillo y nos sitúan en una mesa junto a una ventana con vistas al impresionante Palacio Real y plaza de Oriente. Otros comensales no han tenido tanta suerte y su mesa está colocada junto a la pared y no en la ventana. Solo por esta vista tan espectacular ya ha merecido la pena la visita a la Lonja del Mar.

Vista desde la ventana de la Lonja del Mar

Mientras nos colocamos y seguimos admirando la vista, el chef de sala nos pregunta que si queremos beber algo antes de empezar a comer y nos sugiere un vermut casero o un campari. Nos pedimos un vermut con un increíble color naranja, de sabor algo amargo pero suave y un campari, con un bonito color rojizo, que se lo puede dar la naranja amarga con el que está elaborado, ese licor con el que luego los italianos pueden elaborar su splitz aperol. Este aperitivo viene acompañado de una brandada de merluza, de un bonito color verdoso junto con un trozo de pan tostado. Delicioso.

Campari y vermut

Cuando nos sentamos en la mesa ya vemos que han colocado un cestillo con tres clases de pan y una bandeja con una botella con aceite de oliva, de la especialidad picual y de la marca Puerta de las Villas, perteneciente a una cooperativa afincada en un pueblo de Jaén, y un cuenquito con sal marina. Es un aceite de color verde intenso y sabor a buen aceite de oliva virgen.

Aperitivo de brandada de merluza

La camarera nos cuenta esos platos que tienen fuera de carta y avisados de que ya no les quedan cocochas, nos aventuramos a pedir un entrante distinto a lo que estamos acostumbrados, algo que no hemos probado nunca y que tenemos curiosidad por ver qué es, aunque resulte caro-caro: caviar Oscietra, servido en una lata de unos 30 gramos sobre una fuente de hielo picado en lascas. Este plato viene acompañado de unas patatas fritas muy finas con huevo frito y una crema agria aderezada con cebollino y unos triángulos de pan brioche tostados. El camarero nos explica que para él, lo mejor que se puede hacer con el caviar es comerlo a cucharadas, que para eso nos han dado una cucharita mini, para apreciarlo en todo su sabor, y después mezclar ese caviar tan negro con la yema del huevo, el sabor del mar junto con la grasa de la yema del huevo es muy atractivo. Así lo hacemos y nos ha sorprendido la textura del caviar tan suave, y no como lo que nos venden de huevas de lumpo que tienen una cierta textura más resistente al masticarlo en comparación con lo que hemos degustado en La Lonja del Mar. Así mismo, la mezcla de la crema agria y unas cuantas bolitas de caviar ha sido toda una experiencia muy agradable.


lata de caviar sobre hielo en lascas

Tapa de la lata de caviar

Después de tan grata experiencia nos sirven lo que ellos han denominado como “Nuestra interpretación de una croqueta de gamba roja fresca de Denia”. La atenta camarera nos ofrece una especie de vaso con lo que parece una besamel muy clarita hecha con parte de las cáscaras y de las cabezas de los crustáceos, además de trocitos de kikos y encima una gamba super grande con su cabeza.
 Se trata de mojar la cabeza en esa especie de besamel y chupar y extraer todo el jugo de la cabeza de la gamba para luego comer el propio cuerpo. Una combinación muy interesante incluso para los que no nos atrae mucho el marisco.

Interpretación de croqueta de gamba de Denia

En un momento dado, miro al fondo de la sala y veo que en la mesa de al lado se encuentra el ministro Fernando Grande Marlaska, comiendo tranquilamente, sin guardaespaldas a la vista y sin personas que le increpen ni interrumpan.

Terminamos los entrantes y nos metemos de lleno con el plato principal al que han llamado “Experiencia bogavante azul, bogavante nacional de 1000 a 1200 gr. en cuatro pases”.

Parece que con este plato es buen momento para complementarlo con una copa de vino, por lo que me dirijo a la atenta camarera para comentarle que nos apetece un vino blanco que no sea muy fuerte, tipo Albariño. Y sin más se acerca con una botella y me sirve un poco en la copa para que lo pruebe y dé mi consentimiento o si tenemos alguna pega con él. Lo pruebo, la digo que sí que me gusta y acto seguido la digo que me ha sorprendido que habiendo un hombre y una mujer en la mesa haya sido a la mujer a la que le haya dado a probar el vino y no al hombre. el que todavía nos llame la atención algo así y lo comentemos en grupo significa que todavía nos queda mucho camino por recorrer en aras de la igualdad.

La camarera nos cuenta que este plato a base de bogavante se sirve en cuatro partes, atendiendo a las partes en las que se puede dividir el crustáceo. Así, lo primero que nos sirven es un salpicón elaborado con la carne que previamente han logrado sacar de las pinzas del bogavante, muy bien extraído porque conserva toda su forma, aliñado con trocitos pequeños de huevo duro, tomate morado y esa salsa que s elabora con las cabezas de otros mariscos. 

Salpicón de bogavante

El segundo pase consiste en un sashimi elaborado con la cola del animal y frito en tempura, aderezado con una mayonesa de kimchi y acompañado de una pequeña porción de ensalada en la que destaca la flor de loto, la raíz de la flor cortada en rodajas muy finas. Espectacular ese sabor tan fresco que ofrece este plato, tal vez debido a la salsa de alga wakame con la que ha podido ser elaborado, salsa que tiene un intenso sabor a mar y con connotaciones muy frescas. El plato está servido sobre la propia cola del animal.

Sashimi de bogavante en tempura

Con el tercer pase nos encontramos con un huevo poché sobre una salsa elaborada con los restos de los crustáceos, patas y cáscaras, y acompañado de unas patatitas fritas en cuadraditos y restos de la carne del bogavante. Para mi gusto el plato menos conseguido, porque no soy muy adepta de los huevos, en ninguna de sus manifestaciones.

Huevo poché, patatas y bogavante

Y el último pase, y que es verdad que han tardado más de lo aconsejado en servirlo, ha sido un risotto amalfitano servido bajo la cáscara de la cabeza del bogavante y elaborado con esa salsa hecha con cáscaras, patas y cabezas de crustáceos. Un risotto con un claro sabor a mar y un bonito color verde de un poco de aderezo del aceite de oliva que adorna el plato.

Risotto de bogavante

Ha sido una comida intensa, pero no podemos dejar de probar los postres casero que nos ofrece la carta. Y como somos adictos a las tartas de queso, pedimos y probamos la estupenda tarta de queso de La Lonja del Mar, tan suave y cremosa, creyendo intuir que ha podido ser elaborada con alguna clase de queso de cabra, y un tiramisú, servido en un tarro de cristal, con una mouse de queso mascarpone esponjosa por encima y su cacao amargo y por debajo la base de bizcocho de café. No sabemos bien cual de los dos postres nos ha gustado más.

Tiramisú y tarta de queso

Por último, la señalización de los aseos, podemos decir que es original en comparación con otros restaurantes, una gran S en la puerta de los aseos de las Señoras y una gran C en la de caballeros, y en el marco de la puerta, otras señalizaciones más convencionales.