miércoles, 21 de mayo de 2025

SOMOS: Calidad con vistas a la Gran Vía

SOMOS, a 17 de mayo de 2025, en la plaza de España n.º 18, Edificio Madrid, planta II, restaurante del hotel Barceló, entre los distritos de Centro y Moncloa-Aravaca, barrio de Argüelles.

Esta céntrica plaza de España fue conocida hasta el siglo XIX con el nombre de plaza de San Marcial, hasta su reorganización urbanística del siglo XX en la que empezó a ser conocida como Plaza de España

El chef Jorge Lacera que capitanea este restaurante, ofrece carnes y pescados de temporada, pero lo más interesante en el día de hoy es la ubicación del restaurante, con vistas a la plaza de España y a la Gran Vía. El interior ha sido decorado por el madrileño Jaime Hayón.


Y si hace unos meses disfrutamos con una muy interesante comida en un restaurante con vistas a la plaza de Oriente, en este mes de Mayo lo hemos hecho con un local que ofrece unas estupendas vistas a la plaza de España y a la Gran Vía, la calle de los grandes espectáculos y teatros de la ciudad.


La mesa en la que nos sitúan se abre con una gran cristalera a la Gran Vía, plaza de España y edificio España, hotel Ríu, en una mesa no muy grande, sin mantel pero con servilletas de tela, con copa y vaso para la bebida, pero con sillas muy cómodas.


El ambiente es muy agradable, porque aunque el local es bastante espacioso, hay poca gente comiendo, por lo que no había prácticamente ruido y se ha comido muy a gusto. El local está separado por varias cristaleras que hacen pequeñas zonas independientes compuestas por tres o cuatro mesas, creando así varios compartimentos individuales y acogedores.

Mientras miramos la carta, nos pedimos un vermut que nos sirve gentilmente la camarera en la mesa trayendo la botella, y no como en otros sitios, que traen el aperitivo ya directamente en el vaso. Nos sorprende el agradable sabor, ligeramente dulce, como a miel, del vermut por lo que le pedimos a la camarera que nos traiga la botella para mirar los ingredientes. El vermut que nos han servido es originario de Jerez de la Frontera, se llama Lustau y entre sus componentes encontramos ajenjo (planta medicinal digestiva), genciana (otra planta medicinal digestiva y de sabor amargo), cilantro y naranja. Ese toque de sabor dulce que hemos notado, se debe a que en su elaboración se ha incluido un vino con el PX algo dulce, vino de uva Pedro Ximénez.


Parece ser que el vermut rojo Lustau ha sido elegido como el mejor vermut en España en el año 2021 por la Asociación Española de Periodistas y Escritores del Vino.

Junto con el vermut nos han servido un aperitivo que consiste en una especie de gazpacho, con descargamento de miso, sobre el que han colocado una lámina de atún rojo. Increíblemente bueno.

Aperitivo de atún y miso

Al poco tiempo, la camarera nos ha ofrecido diversos panes ya cortado en rebanadas y nos hemos decidido por un pan de centeno y otro integral.

Pan de centeno e integral

Todos los entrantes que leemos en la carta tienen bastante buena pinta, nos surgen las dudas, pero nos toca decidir sobre un par de ellos y nos decantamos por probar unos raviolis de cocido, cuya pasta nos ha resultado cocida al dente y con un agradable relleno de carne de cocido y sobre los que la camarera ha vertido un caldo clarificado que le ha dado a los raviolis mucha jugosidad, aunque de sabor han resultado algo sosos.

Raviolis de cocido con su salsa

El otro entrante que nos ha parecido más interesante ha sido un arroz de caldero del Mar Menor, aderezado con unos toques de ali-oli de espirulina, que es una alga microscópica de color azulado e interesantes nutrientes y con varios pedazos de pargo, ese pez que se cría en aguas del Atlántico y también en piscifactorías. Como resultado, un plato de bonito color naranja con toques azulados y muy sabroso.

Arroz de caldero con ali-oli de espirulina

Siguiendo con el plato fuerte nos hemos decantado por el pescado, con un bacalao cocinado a Siguiendo con el plato fuerte nos hemos decantado por el pescado, con un bacalao cocinado  baja temperatura, pilpil de lemongrass (o te de limón) y miel, acompañado de unas espinacas a la catalana, con sus pasas y sus piñones aderezadas con un toque de miel, formando una combinación de sabores muy especial. Unir las lascas del bacalao con su pil pil, con el dulzor de la miel y las espinacas nos ha resultado un plato de lujo.

Bacalao y espinacas a la catalana

El otro plato fuerte ha sido un atún rojo Balfegó, considerado por algunos como el mejor atún rojo del mundo, atún rojo salvaje pescado en el Mediterráneo occidental y presentado sobre una crema de gazpachuelo malagueño con ralladura de raifort (rábano picante), plato igual o muy parecido al aperitivo que nos sirvieron junto con el vermut y que estaba delicioso.

Atún de Balfegó sobre gazpachuelo malagueño

Y los postres, en el día de hoy nos hemos decidido por una torrija de pan brioche con su crema de haba tonka, que es una semilla originaria de Centroamérica que conlleva un sabor especiado y dulce, acompañado de un helado de vainilla de Madagascar.

El otro postre ha sido una rosquilla con su cremoso de matalauva, acompañado de un helado de violeta. En una presentación espectacular, bajo una bola de algodón de azúcar encontramos una rosquilla, que ha resultado algo densa, sobre ella un helado de violeta y bajo la rosquilla una crema delicada y suave elaborada con esa hierba que tiene un cierto sabor a anís, la matalauva.


Rosquilla bajo nube de algodón de azúcar y torrija


Con relación a la señalización de los aseos, muy original y divertida, aunque hay que pararse un momento a pensar qué es lo que no están queriendo decir e interpretar el diseño de las figuras.