martes, 22 de marzo de 2022

BEL MONDO: Italia en Madrid

 BEL MONDO, a 22 de marzo de 2022, en la calla Velázquez n.º 39 de Madrid, en pleno barrio de Salamanca.

Este mes nos permitimos el lujo de disfrutar de nuestra experiencia culinaria en un día de diario, así comprobaremos la diferencia que hay entre salir a comer un martes con un sábado. Y la diferencia notable que encuentro es que generalmente, hacemos la reserva sobre las dos de la tarde; en el día de hoy la tenemos a las 14,15 horas y cuando hemos entrado estaba el local lleno hasta la bandera y eso que el local es bastante grande. Problema, que está situado en un primer piso y no hay ascensor, o por lo menos yo no lo he visto, para posibilitar el acceso para las personas con algún problema de movilidad.

Logotipo de Bel Mondo

Nos encontramos con un restaurante de típica comida italiana, la tradicional de toda la vida; ya hacía tiempo que no saboreábamos pasta, pizzas o mozzarrellas.

Podemos probar esas pizzas que han fermentado durante 36 horas y se hornean a 420 grados en horno de leña durante 90 segundos, esa pasta hecha a mano todos los días, puerros asados, pescados del Mediterráneo, helados caseros y el buenísimo tiramisú.

Decoración en el rellano de la escalera

En la entrada, en la calle, dos chicas nos preguntan que si tenemos reserva y ya nos dicen que tenemos la mesa 76. Subimos al primer piso y mientras nos sentamos contemplamos el salón lleno de gente, a los camareros yendo de acá para allá ataviados con sus vaqueros y sus coloridas camisas de fondo de color gris con toques rosas y rojos, cortinas con flores, paredes llenas a rebosar con discos de vinilo, otras paredes llenas de libros y otra más con cintas de vídeo. Paredes en tonos pastel, sillones de color naranja; todo muy colorido y alegre.

Interior de Bel Mondo
Nos colocan a la entrada del salón y vemos pasar a parte del pijerío de Madrid y alrededores. Casi todos gente joven y guapa, así como los camareros, jóvenes y guapos. Debe ser porque casi todos son italianos, según nos han contado.

Mesas con manteles y servilletas de tela, sobre la mesa un salero de loza de colores, una aceitera con un aceite verde muy sabroso, y una botella de agua con forma de pez, platos con dibujos muy simpáticos y coloridos. Muy interesante.

Simpático plato de Bel Mondo

Como siempre, nos preguntan que si queremos alguna bebida; pedimos cerveza y vermut rojo, este vermut con demasiado hielo y poco licor, y también nos preguntan que si queremos unas aceitunas y pan, a lo que contestamos afirmativamente. Ha sido un detalle, porque en otros sitios te lo ponen sobre la mesa, te lo cobran sin preguntar si lo quieres, pero aquí sí que preguntan; es un dato a tener en cuenta.

Sobre un platito pequeño unas aceitunas aliñadas con especias y que no resultan nada avinagradas por lo que han sido muy agradables de comer. Y esa fuente con pan blanco, pan con cereales y focaccia, ese pan plano con especias.


El plato de aceitunas aliñadas y el pan

A Bel Mondo hemos venido a probar la Pizza The Royals, que es una pizza de pasta fina con los bordes más gruesos, con tomate natural de San Marzano, diría que de sabor suave pero de notable presencia, con pequeños trozos de mozzarella de búfala, prosciutto crudo (ese jamón transalpino), pequeñas olivas taggiasche verdes y negras de Liguria y grandes hojas de albahaca. Todo una sorpresa de pizza, nada que ver con las de Ginos, por ejemplo, porque la que ofrece Bel Mondo tiene la masa suave y blanda, ese borde que es más grueso, incluso parece pan, y se saborea intensamente ese tomate.

Pizza The Royals con los bordes más gruesos

El otro plato estrella de Bel Mondo, y que tenemos que probar sí o sí, son los spaguettis carbonara servidos en una rueda de queso pecorino, plato que en Bel Mondo llaman Carbomamma. Ante nosotros aparece el camarero con un queso pecorino vaciado (del tamaño de un queso manchego) y moviendo unos spaguettis frescos con crema carbonara a base de yema de huevo y ese queso pecorino que se va deshaciendo con el calor de la pasta caliente, acompañado de unos láminas de guanciale tostado (carne de cerdo de la Toscana parecido a nuestro bacon) y ligerísimo toque de pimienta, sin albahaca, sin orégano, pero eso sí, siempre al dente. Presentación espectacular y sabor insuperable.

Carbomamma
Nos queda sitio para el postre y en un italiano no puede faltar un tiramisú, con su queso mascarpone, café y cacao, más líquido que cremoso, que cosa curiosa, no lo sirven en raciones individuales, sino que sobre un cuenco, el camarero va cortando raciones de una bandeja grande y echando lo que corresponde. Tres pedazos de tiramisú.

Y una tarta de queso de lo más cremoso que he probado, esa tarta que en Bel Mondo han llamado “Te queso mucho”, con un leve toque de vainilla y que no necesita mermelada que lo acompañe. Lo mejor del día.

Tarta de queso y tiramisú

Para finalizar el comentario de la experiencia culinaria de marzo, y para mis amigas curiosas que les llama la atención la señalización de los aseos, esto es lo que había en Bel Mondo, el de señores chirría sobremanera y el de señoras pura delicadeza. Espero que con el tiempo y a no mucho tardar, cambien al señor Berlusconi por el David de Miguel Ángel.