EL TORMO en la travesía de Las Vistillas nº
13 de Madrid. Especialistas en platos que aparecen en El Quijote, de
Castilla La Mancha. 17 de Febrero de 2018
![]() |
Pisto manchego |
![]() |
Gazpacho del pastor |
Estamos en un local pequeño que acoge unas 5 ó 6 mesas y que el día que lo visitamos había unas 12 personas. Una mesa vacía porque una reserva falló.
Está
situado muy cerca del Palacio Real, pero en una calle muy cortita que
no tiene nada, sólo El Tormo y viviendas y un bar en la esquina; si vas por esa calle, es
que o vives allí o vas a El Tormo, pasando antes por el bar para empezar con una cerveza.
![]() |
Gazpachos manchegos |
No hay carta, o por lo menos a nosotros no nos lo ofrecieron y es que sirven el menú degustación o, imagino, cocina de encargo. Comimos, por este orden: pisto manchego con un huevo, chorizos (uno para cada uno y de sabor suave y poco grasoso), gazpacho del pastor, gazpacho manchego o galianos (poco sabor en comparación con el plato anterior), atascaburras (crema muy suave de patatas con bacalao y nueces), morteruelo, codornices al chocolate y bacalao a la manchega.
![]() |
Atascaburras |
Me quedo con el gazpacho del pastor, especie de torta con algo de carne, y atascaburras, la crema de patatas y bacalao, qué suavidad de crema y qué sabor a bacalao, sin que se note su presencia.
Todos los
platos servidos en cazuelitas de barro por Enrique, y de paso nos
explica en qué consiste cada plato, su composición (perdiz, faisán,
jamón, costillas, pan ácimo, entre otros) su antigüedad, toda una
lección.
Y de postre, mostillo (una especie de membrillo con nueces) con queso, alajú (especie de turrón con nueces) y las quesadillas, aunque me resultaron un poco secas. Y los chupitos de aguardiente, café y orujo que no falten.
Y de postre, mostillo (una especie de membrillo con nueces) con queso, alajú (especie de turrón con nueces) y las quesadillas, aunque me resultaron un poco secas. Y los chupitos de aguardiente, café y orujo que no falten.
Y qué decir
de Milagros, el alma del TORMO, que de vez en cuando sale a comprobar
el resultado de sus guisos, atenta a los comentarios (siempre buenos)
lo que hace que nos sintamos como en familia y con ganas de volver. Y
de hecho, lo haremos en marzo a probar el arroz con liebre.
Una
experiencia gastronómica que me deja sin palabras. La sensación de
que en todo Madrid no vamos a encontrar una comida que tiene una
antigüedad de unos quinientos años, que ya se nombra en el Quijote,
que seguramente no ha sufrido cambios en las recetas. Irrepetible.

Para ser justos, debemos ponerle un pero a El Tormo y es el pan. Resulta un poco fuera de lugar que sirvan pan blanco de barra, con los buenos panes rústicos u hogazas que se hornean en Madrid.
Y en el plano de los aseos, la señalización me resultó original, con dos aseos, uno para señoras y otro para caballeros, con sendos cuadritos estilo Botero. Sin complejos.

Para ser justos, debemos ponerle un pero a El Tormo y es el pan. Resulta un poco fuera de lugar que sirvan pan blanco de barra, con los buenos panes rústicos u hogazas que se hornean en Madrid.
Y en el plano de los aseos, la señalización me resultó original, con dos aseos, uno para señoras y otro para caballeros, con sendos cuadritos estilo Botero. Sin complejos.