KILLO MADRID, a 3 de noviembre
de 2023 en la calle Andrés Mellado de Madrid, esquina con la calle Joaquín María López, zona Moncloa, calles que homenajean a don Andrés Mellado y Fernández, quien fue un
político y ministro bajo el reinado de Alfonso XIII, además de
periodista y abogado. Nacido en Málaga, fue miembro del partido
liberal-conservador y ejerció el cargo de ministro de Instrucción
Pública y Bellas Artes en 1905 y alcalde de Madrid entre 1889 y
1990. Y a don Joaquín
María López, cuyo nombre completo era Joaquín María López de
Oliver y López de Platas, nacido en Villena, Alicante, fue un
político español de ideología progresista del siglo XIX y que fue
presidente del gobierno en dos ocasiones.
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Logotipo de Killo Madrid |
Nos encontramos con un
restaurante moderno que intenta mezclar los sabores de Cádiz con el
moderno Madrid, que tiene como lema “Come y calla”, pretendiendo
con ello que el cliente saboree los platos que le han colocado sobre la
mesa, sin olvidar la conversación que se plantee entre plato y plato
y que da pie a comentar los sabores y emplatados de todo lo ofrecido.
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Interior de Killo Madrid |
Al entrar podemos ver que las
mesas y sillas que están situadas junto a la barra son altas, y para
nuestro gusto, algo incómodas; así que, preguntamos si no disponen de mesas más bajas, a lo que nos dicen que sí, que en la planta de
arriba; allí nos dirigimos y contemplamos una decoración bastante
sobria, destacando esos baldosines de un
bonito color azul que cubren la casi totalidad de las paredes, con
una estilosa cortina de macramé situada a media altura, que cubre un trozo de pared; y esas
lámparas de junquillo, aunque colocadas un poco bajas, de forma que
te puedes dar con ellas al menor movimiento de brazos.
En Killo Madrid podemos
encontrar cervezas artesanales, como la que hemos saboreado, un
tercio de nombre Cachonda, además de cócteles, camarones,
ensaladillas, cazón, atún, chipirones, y con platos con toques de
la gastronomía italiana, o salsas de ascendencia oriental; e
incluso podemos degustar las ricas alcachofas de Tudela.
Saboreamos la
cerveza artesanal y un vermut, que nos han servido con un aperitivo
de una mouse de garbanzos, listo para untar en los pequeños
panecillos calientes que lo acompañan, aderezado con sésamo y en
el que se intuía el toque de curry o cúrcuma y que le ha dado a la
mouse un ligero toque dorado y muy sabroso.
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Mouse de garbanzos |
Después de ver la carta y de
consultar a la amable camarera, nos decidimos por probar la alcachofa
de Tudela confitada, que viene rellena de una sabrosa carne de
morcillo de vaca y cocinada a baja temperatura durante unas 12 horas, adornada con lo que parece cebolla frita en tiras.
Una forma muy original de servir una humilde alcachofa, pero delicioso
el contraste de sabores. Un acierto.
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Alcachofa de Tudela rellena de carne |
En un restaurante que se
precie de disponer de lo mejor de Cádiz y su entorno, no puede faltar el cazón,
así que, nos atrevemos con ese cazón frito rebozado en maíz
acompañado de una crema de patatas revolconas y un par de piparras
encurtidas. Muy jugoso el pescado, con un toque correcto en el adobo del
cazón y en el que no se dejaba apreciar bien el sabor de esas patatas
revolconas. Un plato que merece una repetición. Y como adorno extra, ese cebollino picado que le da un toque mágico a la crema de patatas.
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Cazón con crema de patatas revolconas |
Seguimos probando platos que
nos recuerdan el sabor del mar y por eso nos atrevemos con unos linguines de sepia,
aderezados con una boloñesa de choco y espuma de alioli. El
linguine, es esa pasta aplastada originaria de Liguria, muy
parecida al spaguetti. En este caso, el linguine estaba hecho con la
tinta de la sepia, que le daba ese toque de color negro y un sabor a
fruto del mar, con un ligero toque picante y con una crema de queso, burrata, que es ese queso fresco elaborado con leche de vaca, pero de textura más suave que la mozzarella, y que mezclando linguine, burrata, y salsas ha resultado un
plato delicioso, además de muy atractivo por ese adorno elaborado
con la tinta de la sepia y servido en forma de red y el cebollino, que le da ese atractivo color verde a todos los platos.
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Linguines con salsa y burrata |
No nos podemos olvidar del
atún que tan bien saben tratar en las costas gaditanas, así que ,
por recomendación de la camarera, decidimos probar las costillas de
atún salvaje de la almadraba aderezado con salsa teriyaki, ya se
sabe, esa salsa oriental elaborada a base de salsa de soja, azúcar o cualquier otro elemento dulce y sake o cualquier otro licor, que
tan buenos sabores da a los platos, acompañados de pequeños dados
de piña asada, que le ha dado al plato un estupendo sabor dulce y polvo de cacahuete. Tal vez ha sido el plato menos
agradecido de los que hemos probado, porque aunque de sabor estaba
muy bueno, lo hemos encontrado algo seco.
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costillas de atún con salsa teriyaki |
Para terminar, no podemos
dejar de probar los postres caseros que nos ofrecen, así que, nos
decidimos por pedir una tarta de queso (aunque por un error de la
camarera nos han servido una crema catalana) que podemos decir,
estaba correcta, tanto en su presentación como de sabor, y una mouse
de chocolate blanco, adornado con ralladura de coco y polvo de
galleta y acompañado de salsa de mango. Mejor sabor y presentación de la mouse de chocolate blanco, original y delicioso, adornado con esa crema de mango que más parecía un huevo de codorniz frito, y esas láminas superfinas de chocolate blanco.
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Crema catalana |
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Mouse de chocolate blanco |
Y para terminar, y como
siempre, una foto de la señalización de los aseos, original y
divertida, aunque a decir verdad, el aseo de señoras se identificaba perfectamente, el de señores, ha dado para mirar y pensar un rato en lo que su diseñador nos ha querido contar.