domingo, 21 de mayo de 2023

JERÓNIMO: El verdadero México.

JERÓNIMO, a 20 de Mayo de 2023, en la plaza de Celenque n.º 2 de Madrid, en el centro centro de la ciudad, muy cerca de la Puerta del Sol y justo frente de la entrada al monasterio de las Descalzas.

Según los datos, la ahora conocida como plaza de Celenque, antes se llamó plazuela de don Juan de Córdoba. Aquí vivó don Juan de Córdoba y Celenque, quien fue alcaide de la casa real de El Pardo bajo el reinado de Enrique IV. En uno de los lados de la plaza estuvo La Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid, que hoy es un hotel; también podemos encontrar dos estatuas con las figuras del Marqués Viudo de Pontejos, quien fue considerado uno de  los mejores alcaldes que ha tenido la capital y del Padre Piquer, capellán del Monasterio de Las Descalzas Reales, sin olvidar la propia entrada del monasterio de las Descalzas Reales.

Jerónimo nos ofrece auténtica comida mexicana, lejos de los consabidos tacos, y en la que podemos encontrar frijoles, guacamole, chicharrón, ceviches, platos que nos recuerdan esa gastronomía latina, tan fresca e interesante.

Logotipo de Jerónimo

Nos encontramos con un local amplio, que prácticamente no tiene decoración en las paredes y que aísla las mesas unas de otras con plantas de enormes hojas. El color del local lo dan las sillas y sillones de color mostaza, con mesas elaboradas con junquillos sobre los que se ha colocado un cristal, sin mantel, platos blancos y servilleta de tela del mismo color.

Interior de Jerónimo

El servicio muy atento y educado, incluso nos ha dicho su nombre ese atento camarero que nos ha atendido: Valentín, quien, además de atendernos en todas nuestras dudas, nos ha dado buenos consejos sobre lo que podemos pedir y en qué cantidades. Valentín nos cuenta que Jerónimo basa su gastronomía en la más tradicional comida mexicana, pero aprovechando los productos del país en el que están situados los restaurantes; en el caso del local que visitamos hoy, trabaja con chorizo ibérico o con gamba blanca de Huelva, por ejemplo.

Otra vista del interior de Jerónimo

Jerónimo es idea del chef Enrique Olvera, quien intenta mantener la auténtica gastronomía mexicana, así como el respeto por la ecología de cada país; posee varios restaurantes, sobre todo en Estados Unidos.

Nada más entrar y sentarnos, nos preguntan si queremos agua, mientras nos lo ofrecen de una bonita botella azul de una marca muy conocida, al tiempo que nos muestran la carta de cócteles. Aunque el día de hoy está fresco y algo nublado, nos atrevemos con un zumo de maracuyá y un combinado denominado Loreto.

Zumo de maracuyá y Loreto

Antes de pedir el plato principal, nos atrevemos con unas botanas, con sus tortitas de maíz morado, o lo que es lo mismo, tres salsas algo picantes al modo mexicano, una con tomate y otras con habanero (pimiento rojo muy picante), que se comen sobre esa tortita de maíz. No conviene abusar porque dejan en el paladar el intenso sabor picante y hace que otros manjares no se disfruten igual.

Botanas con tortitas de maíz

Después de mirar la carta y atender a los consejos de Valentín, nos decidimos a pedir dos entrantes a compartir, siendo el primero en ser servido un aguachile de mariscos. Sobre el plato contemplamos un cama de gamba blanca cortada en finas láminas y aderezada con lo que en México llaman pico de gallo, que lo constituyen vegetales cortados en dados muy pequeños, como en este caso, cebolla, aguacate, cilantro y aliñado con zumo de lima. Este plato viene acompañado de unas tortitas de maíz morado, que nos han servido para empujar las viandas a modo de rebanada de pan. Rico, rico.

Aguachile de mariscos

Otro entrante a compartir ha sido un mole negro, que es una salsa de origen hispano, que puede llevar muchos y variados ingredientes, y que en el día de hoy llevaba, entre otros ingredientes, cacao, café, anís estrellado y chile (otro pimiento picante), que lo han servido sobre un rollo de berenjena previamente asada y rellena de arroz. Espectacular esa salsa de color tan oscuro, que combina muy bien el ligero sabor amargo del cacao con el también ligero toque picante sobre la berenjena y el arroz. El plato viene aderezado con cebolla morada y hojas de cilantro. Sencillamente sensacional.

Mole negro sobre berenjena rostizada

Como plato fuerte, y por recomendación de Valentín, nos atrevemos con un rodaballo a la talla, pintado con una leve capa de salsa de chile y acompañado de un ramillete de hierbas (llamada hojasanta), como albahaca o eneldo y mayonesa de limón, acompañado de unas  tortitas de maíz. Valentín nos enseña como comer este estupendo rodaballo, que previamente ha cortado: se extiende la tortita, que en este caso es blanda y suave, se pone un poco de esa mayonesa de limón, encima el trozo de rodaballo y alguna de esas hojas aromáticas, se envuelve como en un rollito, se le da un toque especial con unas gotas de zumo de lima, y a comer. De lo mejor que hemos probado últimamente.

Rodaballo con salsa de chile

Queda por probar los postres; nos cuenta el camarero que todos son caseros y nos decidimos por un flan de café endulzado con caramelo de piloncillo (o de panela), cuyo café ha sido elaborado como una infusión a la que se le ha añadido naranja o clavo para darle mayor y mejor sabor. Sencillamente buenísimo.

Flan de café

El otro postre ha sido un merengue de rompope (bebida alcohólica típica de México elaborada a base de yemas de huevo y vainilla), relleno de una crema de melocotón en almíbar. Sencillamente espectacular.

Merengue de rompope

En el momento de hacer la reserva, se ha hecho mención a la celebración de un cumpleaños, y Jerónimo nos ha sorprendido con un pequeño pastel con su correspondiente vela. Un bonito detalle.

Pastel de cumpleaños

Y como siempre, y para terminar, la señalización de los aseos, y para mi sorpresa, en Jerónimo no existe tal señalización. Hay cuatro aseos y en ninguno hay ninguna indicación de si está destinado a señoras o caballeros. Signo de los nuevos tiempos en los que nos vemos inmersos.

Pasillo en donde se sitúan los aseos

Como colofón a esta experiencia gastronómica del mes de mayo, comentar que Jerónimo ha resultado especial, original, en donde no soy capaz de determinar qué plato me ha sorprendido más y mejor, tal vez el rodaballo, tal vez el mole negro, tal vez el flan de café. Imposible decidir.