TABERNA PEDRAZA, a 11 de julio
de 2020, en la calle Recoletos n.º 4, calle que sale del paseo de
Recoletos, calle relativamente corta y con un gran número de
restaurantes, gran variedad gastronómica en pocos pasos.
Vamos a tratar de recuperar
ese tiempo que hemos perdido por culpa del bicho en el que hemos estado bajo arresto domiciliario e intentaremos ponernos al día
para seguir jugando con los cubiertos y disfrutar de un buen sitio
cada cierto tiempo.
En este mes de julio, nos
hemos decidido por una taberna que trabaja con recetas y productos de
toda la geografía patria: anchoas de Santoña, tortilla de Betanzos,
chistorra de Lasarte, jamón de Jabugo, berberechos de las Rías
Gallegas, y más.
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Entrada a la Taberna Pedraza |
Nada más entrar nos encontramos con un adorno curioso, un contador de tortillas, que en el momento de nuestra entrada marca nada más y nada menos que 52.380 tortillas de Betanzos servidas desde el 10 de abril de 2014. Nosotros nos comimos la 52.382.
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Contador de tortillas |
Junto con la cañita y vermut que pedimos de aperitivo, nos han sorprendido con una sabrosa mantequilla de Galicia, cremosa y nada fría, preparada para untar en los panes tostados que la acompañaban. Y junto a la mantequilla, unas gotas de aceite ecológico, suave y denso, que sobre el pan estaba delicioso. A destacar los utensilios que acompañan a este aperitivo, el pequeño cuchillo para untar la mantequilla y la cucharita para poder coger gotas de aceite sin que se derrame.
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La mantequilla, el aceite ecológico y pan tostado |
Después de servirnos la
cañita y el vermut, esta vez servido en un vaso un tanto escaso, nos
decidimos a pedir para degustar esa tortilla de Betanzos,
tortilla hecha con patata agria gallega cortada en láminas pequeñas
y frita, no pochada, y sin cebolla, y revuelta en cuatro huevos de
corral y nada cuajada. Se notaba que la patata tenía ese toque de
dureza que tiene la patata frita en los bordes y el resultado ha sido
sorprendentemente agradable, incluso a la vista, ese huevo meloso y casi sin
cuajar.
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La tortilla de Betanzos |
No podíamos dejar pasar la
oportunidad de probar unas croquetas de pollo con huevo y croquetas
de merluza, hechas con una besamel de lo más fina y cremosa que hayamos
probado. Finas y delicadas, han resultado un manjar, y apuntar, que se notaba más el sabor del pollo en la croqueta, que de la merluza, que es verdad que tiene un sabor menos fuerte.
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Croquetas de pollo y merluza, dos y dos |
Acompañando a las croquetas,
unos Felinos Mejillones Tigre, que hacía mucho tiempo que no
probábamos. Y como las croquetas, un relleno fino y delicado,
con sabor a marisco y su toque picante, ese que da la pimienta
molida, y servidos sobre pizarra, nada de platos.
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Mejillones Tigre |
Otra de las especialidades de
la Taberna Pedraza son las carnes; en este caso la oferta de carnes son todas
de Galicia: chuletón, solomillo, chuleta, pluma, rabo,… Y como un
día es un día, hemos querido probar un lomo de vaca rubia gallega
madurado durante 11 meses; en definitiva, un chuletón de unos 5
centímetros de grosor y de 1,247 kilos de peso. Ha sido verlo en
crudo, cuando nos lo han presentado en la mesa antes de cocinarlo, y
pensar que no podríamos con ello; pero ha sido que sí, que nos lo
hemos acabado sin chistar. Es curioso el sabor de este chuletón de
vaca rubia gallega, porque en verdad sabe a viejo, siendo tierno y
jugoso, el sebo del bicho te deja en el paladar un sabor que raspa y
que tarda en irse. Y para que no falte de nada, viene acompañado de
una fuente de patatas recién fritas, calentitas y crujientes; y no son congeladas.
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Chuletón de vaca rubia |
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La crujientes patatas fritas |
Tenemos poco sitio para el
postre, y optamos por pedir uno casero, una quesada, servida en la
mesa templada y que no nos ha costado comer en un día de calor como
hoy. Quesada casera que me ha recordado a las que tomamos en el viaje
a Cantabria, en esos obradores que ofrecían, también, quesadas
recién hechas. La quesada se hace a base de huevos, azúcar,
mantequilla, ralladura de limón, harina y leche y hay quien le añade
yogur o queso fresco, pero creo recordar de cuando estuvimos en la
fábrica Casa El Macho, nos contaron que la quesada se hace sin queso.
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La quesada |
En cuanto al servicio, comentar una muy buena atención, rápido y con los camareros de uniforme y con el logo del restaurante en la mandil negro. Y todos con mascarilla, claro. Y sobre la mesa, un sobrecito con gel hidroalcohólico, en vez de las antiguas toallitas de limón para quitar el olor del marisco. Los tiempos cambian.
Para terminar, y como siempre, esa señalización de los aseos, carteles a veces originales, a veces de andar por casa. Esta vez sí diría que es una señalización para salir del paso, tal vez porque sólo había un aseo que no distinguía de hombres y mujeres.