lunes, 29 de junio de 2020

GASTRO JAMES: Arroz Señoret en su punto


ST. JAMES, GASTRO JAMES, a 27 de junio de 2020, en la calle Rosario Pino n.º 14-16, muy cerca de plaza Castilla, porque así, entre edificios altos, si divisa una de las Torres Kio, uno de los emblemas arquitectónicos de Madrid.
Dejamos aparcado por unas horas al bicho, al llamado coronavirus, para intentar recuperar un poco de nuestra antigua vida, esa que nos parece ahora tan lejana, esa en la que íbamos a jugar y disfrutar una vez al mes con los cubiertos, a disfrutar de una velada gastronómica. Vamos a intentar recuperar poco a poco una nueva normalidad, esa que tanto echamos de menos.
Y para continuar con nuestras visitas a los restaurantes diferentes, esos que forman parte de nuestro juego hemos escogido una terracita, porque ya se ha echado el calor encima y apetece comer al aire libre, después de tanto encierro.
La entrada a la terraza de Gastro James

La llegada al Gastro James se hace bajo una especie de alfombra de césped artificial, y macetas a los lados; al fondo las mesa de madera bajo sombrillas blancas para protegernos del sol. Hace calor, y bajo la sombrilla se está bien, pero mucho mejor cuando al cabo de unos minutos el sol se esconde detrás de los edificios y se queda una brisa muy agradable, brisa que no impide comer muy a gusto.
Mesa de madera que previamente ha sido desinfectada, nos sentamos, y al poco nos ponen mantel blanco, plato, cubiertos mientras pedimos cervecita y vermut. Para acompañar, nos sirven una crema de queso con tres colines y una quiche de atún muy delicada y sabrosa. Y sin preguntar preferencias, barrita individual de pan blanco para uno y de semillas para otro.
Aperitivo de crema de queso y quiche de atún

Nos traen esa carta que hay que ver con el móvil, y también nos la traen en papel (mejor así para los que la tecnología no es nuestro fuerte). Vemos que la mayor oferta la tienen en arroces y paellas, pero el camarero nos comenta que, fuera de carta, tienen almejas, berberechos y coquinas con su salsa de limón.
Almejas en salsa de limón

Como entrante nos decimos por unas almejas cocinadas con una delicada salsa de limón y un cierto toque picante, y servidas con cilantro, esa hierba tan aromática parecida al perejil. Muy tiernas y sabrosas.
Y de segundo, de entre todas las paellas y arroces que nos ofrece la carta, arroz con bogavante, con boletus, con verduras, con marisco, negro, a banda, arroz meloso, paella valenciana,... nos decidimos por el Arroz Señoret, en el que destaca sobre la paellera, el arroz con ese color tostado y las judías verdes planas, aunque, además, tiene gambas, pollo, magro de cerdo, mejillones y calamares, y servido con una salsa alioli presentada en una salsera para que cada comensal se sirva a su gusto. Un valenciano diría que es un arroz con cosas, y los que no somos de Valencia, diríamos que es una paella mixta, pero lo cierto es que estaba en su punto.
Arroz Señoret

Sitio para el postre; esta vez queremos probar la tradicional tarta de queso, servida con mermelada de frambuesa y un crujiente y cremoso de chocolate con suzette de frutas y sorbete de frambuesa. Se trata de, digamos, dos empanadillas de ligerísimo hojaldre de forma triangular (tipo sambosas etíopes), con relleno de chocolate negro algo amargo y acompañado de frutas en almíbar cortadas en dados pequeñitos y con un toque de canela, y a su lado, el sorbete de frambuesa. Y todo adornado con azúcar glas.

Tarta de queso
Crujiente de chocolate







Servicio atento, todos con mascarillas y distancias entre mesas. Hemos pedido una botella de agua, que nos la han servido en una cubitera como si fuese cava. Cuando me he querido servir más agua, me he tenido que levantar porque desde donde estaba sentada no llegaba, y al verme el camarero, me ha dicho de broma, que ese era su cometido y que le quería quitar el trabajo. La anécdota del día.



Y la señalización de los aseos, me ha resultado muy elegante y original, me atrevería a decir que sublime.