COMO EN CHILE, a 13 de julio
de 2019, en la calle Fernando el Católico n.º 53 de Madrid, zona de
Moncloa y aledaños.
Aunque sea una obviedad, pero
hay que comentar que la comida típica de Chile es una mezcla entre
los platos que llevaron los conquistadores españoles a aquellas tierras, cuya máxima
representación es Pedro de Valdivia (que tienen como base principal el pollo,
oveja, vacunos y trigo) y la
gastronomía indígena. A esa mezcla hay que añadirle las
influencias de la comida italiana, francesa y alemana.
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Entrada a Como en Chile |
¿Y qué se puede comer en
Chile? Pues atendiendo a su geografía, parecería que escasea la tierra cultivable para frutas, verduras, hortalizas y legumbres, y sí abundaría el pescado por los tantísimos kilómetros de
costa que tiene. Hay que tener en cuanta que Chile tiene una anchura
media de 150 Kilómetros, con su parte andina y unos 5.000 de largo,
que da para muchos barcos de pesca. También puede ser tierra de
ganado vacuno, por los kilómetros de zonas verdes que pudiera tener en
las cercanías de las zonas montañosas.
Una vez dentro de Como en Chile, nos
encontramos con una zona de comedor no muy grande, con siete mesas
que, en un momento dado, estaban completas, y de gentes variopintas, españoles, sudamericanos y algún despistado americano
(por cómo se expresaba en inglés). Las mesas no tienen mantel y sí
un tapete individual, su vaso y su copa y el pan que sirven es blando, tipo brioche
pero no dulce (o el pan de torrijas de algunos establecimientos).
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Interior de Como en Chile |
Cuando nos sentamos a la mesa,
la camarera, chilena de nacimiento, nos pregunta si sabemos en qué
consiste la comida chilena, la decimos que precisamente venimos a
Como en Chile, porque no lo sabemos y nos gustaría conocerla, y nos
explica la mezcla de distintas gastronomías, en especial la española
o criolla, y que al ser una zona un poco aislada de la geografía
sudamericana, no tiene prácticamente influencias con los platos de
los países que la rodean. Y es un comentario que no me esperaba,
pensaba que la comida ecuatoriana o argentina estarían más presente
en su dieta.
Antes de entrar a ver la
carta, y como hace calor, pedimos pisco chileno y cerveza de Chile.
Cerveza chilena la hay más o menos fuerte, con clara influencia de
Alemania, y nos habla la camarera de una cerveza chilena con miel,
cerveza de Valdivia (con su abejita en la etiqueta). Es obligatorio
probarla, y en verdad es cerveza no muy fuerte, con un ligero toque de
miel, que le da un sabor muy original, nada dulce ni empalagosa.
Acompaña a la bebida un aperitivo que consiste en unas cucharitas de atún, pimiento, cebolla
morada y cilantro, para abrir boca.
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El pisco y la cerveza chilena de Valdivia |
Como lo que nos interesa es
probar lo más típico de Chile y comprobar, de paso, las diferencias
con otras gastronomías, observamos que la carta de entrantes está
llena de platos del país. Así que nos decidimos por pedir cuatro
entrantes y no pedir segundos platos.
Uno de los entrantes típicos
es la Palta Reina. Se trata de una cama de hojas de lechuga de varios tipos y sobre ella, un aguacate partido por la mitad, quitado el
hueso, naturalmente, y ese hueco rellenado con migas de atún,
cebolla y cilantro, adornado con una gamba y mahonesa. Destacar el sabor tan
especial que le da el cilantro (o perejil chino) a los platos; un
sabor más intenso y fresco.
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La Palta Reina |
Otro de los entrantes es el
ceviche de corvina, distinto del ceviche de otros países
sudamericanos, porque resulta más delicado de sabor al no llevar ají. El
ceviche es un plato japonés que se extendió a través del Pacífico
por toda Sudamérica, y llega a los distintos países en sus distintas
versiones. El de Chile tiene su pescado fresco marinado en lima,
cilantro, pimiento rojo y cebolla morada. Lo adornan con una hija de perejil.
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El ceviche de corvina |
Seguimos con la empanada de
Pino al Horno, también típica de Chile; se trata de una empanada,
digamos que el doble de grande que una empanadilla normal, rellena de
carne de ternera picada, cebolla también picada muy fina, aceitunas,
pasas y huevo. Viene acompañada de una salsa de
tomate y pimiento que hemos vertido entre la carne y la masa de la
empanada (que es de harina de trigo), que es el que le ha dado el toque picante.
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Interior de la empanada de Pino al Horno |
Con estos tres entrantes hemos
quedado satisfechos, pero la camarera nos comenta que el cocinero ha
preparado las típicas empanadillas de queso. No podemos dejar de
probarlas, empanadillas recién fritas, una de queso con almeja macha
rosada y la otra de camarones. Es la típica empanadilla frita, y
rellena de una mezcla de quesos gouda, parmesano y harvatti que le da
una consistencia que, una vez en la sartén no se deshaga o quede
demasiado duro. Un plato muy interesante.
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Las empanadillas de queso con almejas macha y camarones |
Estamos llenos, tal vez
nos habría sobrado una empanadilla, pero aun así, los postres no pueden
faltar. Escogemos una tarta de limón, con merengue un poco tostado
por encima que me resulta demasiado mazacoque y dulce. Y panqueque con sirope de fresa, helado de vainilla y láminas de almendra.
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La tarta de limón |
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El panqueque |
Mejor los entrantes que el
postre.
¿Y no resulta muy divertida y
original la señalización de los aseos? Clara influencia criolla.