domingo, 14 de julio de 2019

COMO EN CHILE, como en casa y con cilantro


COMO EN CHILE, a 13 de julio de 2019, en la calle Fernando el Católico n.º 53 de Madrid, zona de Moncloa y aledaños.
Aunque sea una obviedad, pero hay que comentar que la comida típica de Chile es una mezcla entre los platos que llevaron los conquistadores españoles a aquellas tierras, cuya máxima representación es Pedro de Valdivia (que tienen como base principal el pollo, oveja, vacunos y trigo) y la gastronomía indígena. A esa mezcla hay que añadirle las influencias de la comida italiana, francesa y alemana.
Entrada a Como en Chile
¿Y qué se puede comer en Chile? Pues atendiendo a su geografía, parecería que escasea la tierra cultivable para frutas, verduras, hortalizas y legumbres, y sí abundaría el pescado por los tantísimos kilómetros de costa que tiene. Hay que tener en cuanta que Chile tiene una anchura media de 150 Kilómetros, con su parte andina y unos 5.000 de largo, que da para muchos barcos de pesca. También puede ser tierra de ganado vacuno, por los kilómetros de zonas verdes que pudiera tener en las cercanías de las zonas montañosas.
Una vez dentro de Como en Chile, nos encontramos con una zona de comedor no muy grande, con siete mesas que, en un momento dado, estaban completas, y de gentes variopintas, españoles, sudamericanos y algún despistado americano (por cómo se expresaba en inglés). Las mesas no tienen mantel y sí un tapete individual, su vaso y su copa y el pan que sirven es blando, tipo brioche pero no dulce (o el pan de torrijas de algunos establecimientos).
Interior de Como en Chile
Cuando nos sentamos a la mesa, la camarera, chilena de nacimiento, nos pregunta si sabemos en qué consiste la comida chilena, la decimos que precisamente venimos a Como en Chile, porque no lo sabemos y nos gustaría conocerla, y nos explica la mezcla de distintas gastronomías, en especial la española o criolla, y que al ser una zona un poco aislada de la geografía sudamericana, no tiene prácticamente influencias con los platos de los países que la rodean. Y es un comentario que no me esperaba, pensaba que la comida ecuatoriana o argentina estarían más presente en su dieta.
Antes de entrar a ver la carta, y como hace calor, pedimos pisco chileno y cerveza de Chile. Cerveza chilena la hay más o menos fuerte, con clara influencia de Alemania, y nos habla la camarera de una cerveza chilena con miel, cerveza de Valdivia (con su abejita en la etiqueta). Es obligatorio probarla, y en verdad es cerveza no muy fuerte, con un ligero toque de miel, que le da un sabor muy original, nada dulce ni empalagosa. Acompaña a la bebida un aperitivo que consiste en unas cucharitas de atún, pimiento, cebolla morada y cilantro, para abrir boca.
El pisco y la cerveza chilena de Valdivia
Como lo que nos interesa es probar lo más típico de Chile y comprobar, de paso, las diferencias con otras gastronomías, observamos que la carta de entrantes está llena de platos del país. Así que nos decidimos por pedir cuatro entrantes y no pedir segundos platos.
Uno de los entrantes típicos es la Palta Reina. Se trata de una cama de hojas de lechuga de varios tipos y sobre ella, un aguacate partido por la mitad, quitado el hueso, naturalmente, y ese hueco rellenado con migas de atún, cebolla y cilantro, adornado con una gamba y mahonesa. Destacar el sabor tan especial que le da el cilantro (o perejil chino) a los platos; un sabor más intenso y fresco.
La Palta Reina
Otro de los entrantes es el ceviche de corvina, distinto del ceviche de otros países sudamericanos, porque resulta más delicado de sabor al no llevar ají. El ceviche es un plato japonés que se extendió a través del Pacífico por toda Sudamérica, y llega a los distintos países en sus distintas versiones. El de Chile tiene su pescado fresco marinado en lima, cilantro, pimiento rojo y cebolla morada. Lo adornan con una hija de perejil.
El ceviche de corvina
Seguimos con la empanada de Pino al Horno, también típica de Chile; se trata de una empanada, digamos que el doble de grande que una empanadilla normal, rellena de carne de ternera picada, cebolla también picada muy fina, aceitunas, pasas y huevo. Viene acompañada de una salsa de tomate y pimiento que hemos vertido entre la carne y la masa de la empanada (que es de harina de trigo), que es el que le ha dado el toque picante.
Interior de la empanada de Pino al Horno
Con estos tres entrantes hemos quedado satisfechos, pero la camarera nos comenta que el cocinero ha preparado las típicas empanadillas de queso. No podemos dejar de probarlas, empanadillas recién fritas, una de queso con almeja macha rosada y la otra de camarones. Es la típica empanadilla frita, y rellena de una mezcla de quesos gouda, parmesano y harvatti que le da una consistencia que, una vez en la sartén no se deshaga o quede demasiado duro. Un plato muy interesante.
Las empanadillas de queso con almejas macha y camarones
Estamos llenos, tal vez nos habría sobrado una empanadilla, pero aun así, los postres no pueden faltar. Escogemos una tarta de limón, con merengue un poco tostado por encima que me resulta demasiado mazacoque y dulce. Y panqueque con sirope de fresa, helado de vainilla y láminas de almendra.


La tarta de limón
El panqueque

Mejor los entrantes que el postre.




¿Y no resulta muy divertida y original la señalización de los aseos? Clara influencia criolla.