CASA GALLETA, a 18 de Mayo de
2019, en la calle Castelló n.º 12 de Madrid, barrio Salamanca y muy
cerca del Retiro, pulmón del foro que hay que cuidar y mucho.
Este sitio ha sido escogido,
por las buenísimas sensaciones que nos generó la visita que hicimos
hace dos años a otro restaurante de esta misma cadena, que se llama
El Perro y la Galleta, y situados ambos muy cerca uno de otro. La
proximidad del Retiro debe inspirar al grupo de restauración
Fontaneda.
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Entrada a Casa Galleta |
En su página se anuncian como
el restaurante más castizo del grupo Bar Galleta; será porque entre
sus platos se encuentra la celebérrima tortilla de patata. Y que no
falten los rebozados de galleta, en vez de pan rallado o harina, todo
un invento.
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Decoración de Casa Galleta con sus gramófonos |
Si la decoración de El Perro y
la Galleta nos entusiasmó, toda una pared llena de cabezas de perro
de trapo de distintas razas, y ataviados con distintos disfraces, fue
un espectáculo singular y divertido, en Casa Galleta destacan los
gramófonos, botellas y muebles antiguos, y los retratos o esas
cabezas de toro tejidas con esparto.
Como siempre, nos preguntan si
queremos algo de beber, y nos pedimos unas cervezas fresquitas que vienen acompañadas con unas salsas de tomate natural, crema de olivas
negras y mousse de setas, que nosostros saboreamos untando las rebanadas de pan. Entre crema y crema, ojeamos la carta. Como
siempre, difícil la elección.
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El aperitivo de cremas de tomate, aceitunas negras y setas |
Pedimos para compartir
unos entrantes, medias raciones, y como nos gusta
probarlo todo, nos hemos decidido por las berenjenas rebozadas en
galleta con pomodoro y parmesano. La presentación del plato es
excelente, y un primer bocado resulta un poco soso, porque ese primer
bocado coincide, lógicamente con el extremo de la berenjena, en
donde no llega ni el tomate ni el queso, pero cuando se funde la
berenjena con las lascas de queso parmesano y la salsa pomodoro
(salsa de tomate con su ajo, cebolla y albahaca), resulta una
combinación muy sabrosa. A destacar que no se notaba que la
berenjena estaba rebozada en galleta María, porque no tenía un especial sabor
dulce.
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Las berenjenas con parmesano y pomodoro |
El otro entrante que pedimos,
y por recomendación del jefe de sala, las alcachofas confitadas con
salsa romesco y parmesano. Nos sirven tres señoras alcachofas, buen tamaño, con lascas de parmesano por encima y sobre la salsa romesco.
La salsa romesco podría semejarse a un salmorejo rojito, pero sus
ingredientes son almendras tostadas, tomates y pimientos asados, con su
aceite y vinagre. Me entusiasman las alcachofas, y éstas estaban
estupendas. Y la salsa romesco, original y sabrosa.
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Las señoras alcachofas con parmesano y salsa romesco |
Como segundos platos nos hemos
decantado por unos tacos de maíz con bacalao rebozado, aguacate y
crema de pimiento del piquillo. Sobre el plato hay cuatro tortitas de
maiz en forma de barco, y sobre ellas, un pedazo de bacalao rebozado en
forma de bastón con suelo de aguacate y por encima, juliana de
pimiento, cebolla morada y un toque de mayonesa. Con un ligero toque
picante, resulta muy agradable al paladar.
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Los tacos de bacalao |
El otro segundo plato que
pedimos es un arroz negro con alcachofas y tiras de sepia. Yo, que no soy
de marisco, me ha resultado un plato muy sabroso e interesante, porque no sabía
mucho a marisco, aunque tampoco destacaba el sabor de la alcachofa. Lo acompañaban con una ración de alioli.
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El arroz negro con chipirones y alcachofas |
Los postres, imprescindibles.
Nos decidimos por los que incluyan galleta María, la reina del local, y la tarta
de queso y la de chocolate lo incluyen. En la tarta de queso, como corresponde, la galleta María está en la base y el lateral, para que se arme. En el caso de la tarta de chocolate, en la base del vaso ponen una galleta, y sobre ella un poco de chocolate, otra galleta, otro poco de chocolate, ... hasta terminar con una galleta. Un poco empalagosa y contundente.
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La tarta de queso |
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La tarta de chocolate |
Y una vez que terminamos, nos
damos cuenta de que casualmente, hemos repetido los mismos postres
que comimos en El Perro y La Galleta. Y también el plato de los
tacos de maíz con bacalao. Interesante, porque nos gusta
experimentar cocinas y platos distintos, y en este caso, sin
pretenderlo, hemos repetido. Curioso.
En cuanto a la señalización
de los baños, sin comentarios porque está repetido con otro
restaurante, la primera vez que ocurre. Sólo decir que muy serio
para un restaurante tan divertido, a la vez que vintage. Como está repetido, no aporto foto.