TABERNA
LA CARMENCITA, a 23 de Marzo de 2019, en la calle Libertad nº 16,
zona Chueca, con sus zonas modernas y de diseño, y según su página, es una de las más antiguas de Madrid, data de 1854. Por fuera, la taberna parece un local moderno, pero según atraviesas la puerta, te retraes a principios del siglo anterior. Si os pasáis por allí no dejéis de fijaros en la barra y su pila de aluminio.
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Los azulejos de La Carmencita por dentro |
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La fachada de La Carmencita |
En
el mes de Marzo del 2019, han decidido homenajear a las comidas que aparecen en El
Quijote, su gastronomía y lo han llamado “Letras y ollas”. Por
eso, de primeras, cuando nos presentan la carta, comentamos que
queremos degustar esos platos mencionados en El Quijote, aunque ya
hemos experimentado estas comidas en El Tormo, queremos ver como lo
presentan en otros restaurante.
Taberna La Carmencita es un restaurante no muy grande, con las paredes de azulejos, mesas pequeñas, sin manteles y platos y cubiertos que tienen pinta de ser muy antiguos. Somos dos, y la mesa me resulta pequeña e incómoda. Y además está lleno hasta la bandera. Me recuerda mucho a Malacatín.
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El paté de ternera y sus rebanadas de pan |
Antes de servir los platos nos ofrecen de aperitivo un paté de ternera, de hígado de ternera con su cebollino. Se identifica perfectamente el sabor del hígado de ternera, sabor suave en este caso, que untado en esas rebanadas de pan tan finas, tostadas y crujientes, entra de maravilla.
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La sopa de Matahambre con su cuchara |
Y
la carta dedicada a El Quijote sólo lo componen cuatro platos: Sopa
de Matahambre, Cordero a la Calderetilla, Duelos y Quebrantos y
Torrija. Pensábamos que los platos de El Quijote serían más
numerosos, que habría más donde escoger; pero, teniendo en cuenta
que los Duelos y Quebrantos es un plato de casquería, a base de
sesos de cordero, decidimos pedir de la propia carta del restaurante,
que tiene muy buena pinta. Y no puedo sustraerme a probar algo de El Quijote, y como no soy mucho de casquería, me pido una Sopa de Matahambre, que es en definitiva un sopa castellana, con sus rebanaditas de pan superfinas y ligeramente tostadas, que ya habíamos probado con el paté de ternera, y un huevo. Aunque no es un día muy frío, una sopa caliente ha cumplido su cometido.
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Los callos a la madrileña |
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Las albóndigas de verdel y su salsa verde |
Y
después de mucho pensar nos decidimos por pedir varias medias
raciones, probar los callos a la madrileña y unos entremeses
calientes, que lo componen unas croquetas de jamón, rabas tiernas y
dos taquitos de queso de cabra rebozados, acompañados de patatas
paja. Del todo espectacular. Y esos callos, nada picantes, tiernos y
delicados, si se puede decir que un plato de callos es delicado.
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Los calamares en su tinta |
Tras esos entrantes tan bien elaborados, no sirven otra media
ración de calamares en su tinta, con esa tinta espesa y su cogollito
de arroz, y otra media ración de albóndigas de verdel en salsa
verde muy ligera. El verdel es un pescado azul, también llamado
sarda y la salsa verde que lo envuelve es delicada y sabrosa. Todo sabor a pescado, que podría ser merluza, pero es verdel, según la carta. Y que no falte la montañita de arroz. Otra
delicia.
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La tarta de queso |
Y vamos con los postres, que según la carta son caseros. Y sigue siendo difícil de decidirse; al final optamos por una tarta de queso, con queso ecológico de Mª Jesús, con una base de galleta y un queso que te va a dejar con ganas de ir a conocerla. Todo eso dice la carta. Resulta una tarta muy delicada, y con poco sabor, tal vez un poco sosa, pero coronada con una gran frambuesa.
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La tarta de chocolate |
Y la tarta de galleta y chocolate, con mucho chocolate y muy espeso y esos platos de diseño tan antiguo.
Comentar que a la hora de pagar nos regalaron uno de los postres, porque consideraron que habían tardado más de la cuenta en servirlos. Un detalle a tener en cuenta de su profesionalidad.
Y dejo para el final esa señalización de los aseos, que en el caso de Taberna La Carmencita, me parece muy adecuado para la antigüedad del lugar. Y lo que ya he comentado alguna vez, me resulta curioso las muchas formas de indicar los cuartos de baño, y que no se repitan.
Un sitio muy recomendable